Los socios de la empresa de la grúa eluden hablar de las irregularidades

LUGO CIUDAD

Javier Reguera se convierte en una de las claves para aclarar las mordidas

02 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Aduanas descubrió multitud de presuntas irregularidades en Cechalva, la empresa que supuestamente obtuvo la adjudicación de la grúa de Lugo pagando mordidas, pero los socios lucenses de la mercantil no quieren hablar de ello. Ayer atendieron la citación de la juez De Lara, que los llamó en calidad de imputados, pero no abrieron la boca. Siguieron el camino elegido por otros muchos implicados en operaciones: acogerse al derecho a declarar.

El primero en pasar ante la instructora fue el empresario Manuel Santiso que figura en los informes de Aduanas como administrador de Cechalva en la que está desde el mes de agosto de 2006, que fue cuando adquirió el 50% del capital. No quiso hablar ni tampoco hacer ningún tipo de declaración a la salida.

Tampoco quiso declarar una persona clave en la investigación: Javier Manuel Reguera Pérez, funcionario del Concello de Lugo en excedencia, responsable de la ORA en Lugo y, según los investigadores, socio administrador de Cechalva a través de un interpuesto: su cuñado Demetrio Arias.

La presencia de Reguera ante la jueza había cobrado gran trascendencia después de que el día anterior otro socio de Cechalva, el asturiano José Luis Álvarez lo hubiese situado a él como «socio encubierto» y asegurase que le dijo que había que pagar 2.000 euros. «Yo no sé -apuntó- si se los pagaba al alcalde o a Liñares o se quedaba con ellos, pero está claro que en la caja B se contabilizaban como pago al alcalde». Después advirtió de que «dudaba mucho» de que el dinero llegase al regidor, si bien en los documentos recopilados por Aduanas se refieren «pagos a alcalde».

A Reguera nadie le pudo preguntar sobre todo eso porque tampoco quiso declarar. El encargado de la ORA, según señalaron algunas fuentes, llegó a los juzgados muchas horas antes de la convocatoria para tratar de no encontrarse con los fotógrafos. Al parecer, entró en el edificio judicial por la mañana. La misma táctica fue seguida por su cuñado, Demetrio Arias.

Reguera y Arias no lograron evitar las fotos a la salida a pesar de que salieron juntos y siguieron caminos distintos para no dar tiempo a actuar a los fotógrafos. En un momento pidió que no lo molestasen.

En la hoja de ruta planteada a la jueza por parte de Aduanas figuran como posibles imputados los representantes de varias empresas que supuestamente se prestaron a realizar facturas falsas para unir a la contabilidad B de la controvertida empresa que tiene su sede en una nave del polígono industrial de O Ceao que hace también de depósito de vehículos retirados.

A De Lara solo le hablan los imputados asturianos. José Luis Álvarez le ratificó lo que le fue contando a lo largo de cinco visitas que le efectuó y ayer, Jorge Pío Cechini Estrada, que fu socio fundador y administrador de Cechalva, también quiso hablarle a la instructora.

Según contó el abogado que estos días representa al alcalde de Lugo, la intervención de este imputado no duró más de diez minutos. Durante ese tiempo se desvinculó de las acusaciones sobre el funcionamiento presuntamente irregular de la empresa. Algunas fuentes indicaron que incluso explicó que eran otros socios los que se ocupaban de las finanzas porque él acabó vendiendo sus participaciones en la mercantil que ahora es objeto de investigación.

Aduanas sostiene que Cechalva «habría creado a lo largo d elos años una red de empresas/profesionales independientes que le suministrarían facturas falsas (ficiticias), tanto de forma periódica como puntual, en caso de necesidad».