Nuevas ayudas para investigar el Paleolítico del sur lucense

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LOPEZ

La Xunta aportará fondos a fin de que el plan arqueológico no se paralice

19 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El mes próximo se cumplirán nueve años del inicio del proyecto arqueólógico «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño», centrado en la investigación de los yacimientos paleolíticos del sur lucense. El plan, coordinado por la Universidade de Santiago, comenzó con una serie de prospecciones de superficie en los alrededores de Monforte. Coincidiendo con este aniversario, el proyecto se encuentra hoy sin fondos para continuar los trabajos de campo -lo que no había ocurrido hasta ahora-, ya que el año pasado no fue posible obtener de nuevo una de las ayudas para investigación científica del Ministerio de Economía que venían financiando estas actuaciones.

La USC ya solicitó al ministerio una nueva subvención para un período de tres años, pero en caso de que esta ayuda se conceda -lo que no es seguro-, no llegaría a tiempo para financiar una nueva campaña arqueológica en Cova Eirós. Según Arturo de Lombera, codirector de los trabajos de campo, hasta octubre no se espera que se pueda disponer de estos fondos, mientras que las excavaciones se llevan a cabo en agosto, la época más adecuada para estos trabajos.

Ante esta situación, los responsables del proyecto solicitaron el apoyo de la Consellería de Cultura con el fin de obtener una ayuda suplementaria para que el proyecto no sufra una paralización. De Lombera señala que la Xunta mostró una actitud receptiva ante la solicitud y añade que ahora se está concretando la cuantía a la que podría elevarse esta nueva ayuda. «Confiamos en que esta cuestión pueda quedar resuelta más o menos dentro de un mes», explica el arqueólogo.

Recuperar el ritmo

La ayuda comprometida por la Xunta -añade De Lombera-, permitirá seguir desarrollando el proyecto durante este año. «En todo caso, tenemos la seguridad de que las campañas de excavaciones en Cova Eirós podrán recuperar el ritmo habitual de cuatro semanas de trabajo», agrega. El año pasado, debido a la escasez de presupuesto, hubo que reducir la campaña a dos semanas.

Tras los pobladores arcaicos del valle de Lemos

Aunque los trabajos de campo del proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño» se reducen actualmente a las excavaciones de Cova Eirós -a causa de las dificultades presupuestarias-, los arqueólogos siguen estudiando en el laboratorio los numerosos materiales y datos recogidos durante los últimos nueve años. En este sentido, uno de los avances más importantes que se esperan para este año es la conclusión de un largo estudio geomorfológico sobre la depresión de Monforte que permitirá reconstruir el paisaje arcaico de la zona y ayudará a comprender mejor el modo de vida y la evolución de las comunidades humanas que lo ocuparon en la prehistoria remota.

Este estudio, iniciado hace varios años, corre a cargo de Augusto Pérez Alberti, catedrático de geografía física de la USC, y tiene por objetivo comprender los complejos cambios experimentados en el relieve de la zona a lo largo del Pleistoceno, incluyendo los diferentes trayectos seguidos en el pasado por el cauce del Cabe y otros cursos de agua y los procesos de formación y erosión de las terrazas fluviales.

Tales datos, según esperan los investigadores, ayudarán a entender mejor los patrones territoriales de asentamiento de los grupos humanos y sus técnicas de aprovechamiento de los recursos naturales a lo largo de un período que abarca varios cientos de miles de años.

Tres especies humanas

Los arqueólogos señalan que la zona ofrece un singular interés para la investigación de la prehistoria antigua debido al hecho de que conserva en un reducido espacio geográfico los rastros de las tres grandes etapas culturales del Paleolítico -Inferior, Medio y Superior-, correspondientes a tres especies humanas: Homo heidelbergensis, hombre de Neandertal y Homo sapiens moderno. Esta circunstancia, única en Galicia y con muy pocos paralelos en toda la península, da pie a comparar las distintas estrategias de supervivencia a las que recurrieron las tres especies en un mismo territorio.

La combinación del referido estudio geomorfológico y de los datos arqueológicos obtenidos en la zona en los últimos nueve años, indica Arturo de Lombera, servirá para trazar un extenso panorama de la evolución humana en el noroeste ibérico y aclarar aspectos de la prehistoria hasta ahora poco conocidos en Galicia. Los resultados de esta extensa investigación se recogerán en un trabajo que se prevé publicar en los próximos meses.

Nueve años que cambiaron la imagen de la prehistoria gallega

Las investigaciones arqueológicas realizadas de forma ininterrumpida desde la primavera del 2006 dentro del proyecto coordinado por la USC han supuesto en conjunto el mayor avance registrado hasta ahora en el estudio del Paleolítico en Galicia. En el curso de estos trabajos, por una parte, se descubrieron decenas de yacimientos de superficie en varios municipios de la comarca de Lemos y en Quiroga. Las excavaciones realizadas de forma paralela en los yacimientos de Cova Eirós -Triacastela- y Valdavara -Becerreá- proporcionaron hallazgos arqueológicos de primer orden.

Entre los principales logros de este proyecto figuran el descubrimiento del yacimiento neandertal más importante del noroeste ibérico y el primer conjunto de arte rupestre paleolítico de Galicia, ambos en Cova Eirós. En Becerreá se localizó el más antiguo resto humano conocido hasta ahora de Galicia -de 17.000 años- y un gran conjunto de fósiles animales con una antigüedad mínima de 103.000 años que permite estudiar a fondo la fauna antigua de este territorio.