«Cualquier machismo religioso nace de intereses sociales y económicos, no de la fe»

Lucía Rey
lucía rey LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

Creyentes judíos, musulmanes, protestantes, bahais y católicos de Lugo explicaron sus posturas

18 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.
Ana Pérez Protestante; de la iglesia evangelista de Lugo Buenas Noticias
«Tenemos mujeres obispos, pastoras, misioneras... No hay ningún cargo al que no podamos acceder»Ana Pérez Protestante; de la iglesia evangelista de Lugo Buenas Noticias
Mariela Volcovich Activista judía por la paz (videocoferencia)
«Todas las religiones somos combatidas por gente que se queda estancada en el radicalismo»Mariela Volcovich Activista judía por la paz (videocoferencia)
Belén Sánchez Miembro de la comunidad internacional Bahai de Lugo
«Hay que abandonar el prejuicio de raza, sexo, clase..., de todo lo que haga que una persona se considere superior»Belén Sánchez Miembro de la comunidad internacional Bahai de Lugo
 Hassan Azargui Musulmán afincado en Lugo
«El Islam no es enemigo de la mujer. El Corán declara la igualdad de la mujer y el hombre»Hassan Azargui Musulmán afincado en Lugo
 Carmen Soto Religiosa de la congregación de San José y teóloga
«En el siglo IV la Iglesia católica invisibilizó a la mujer en el ámbito del poder y la autoridad»Carmen Soto Religiosa de la congregación de San José y teóloga

Los judíos creen en Yavhé y esperan la llegada de su mesías; el dios de los musulmanes se llama Alá, su profeta es Mahoma y su libro sagrado el Corán. Los católicos ven en Jesús al enviado de dios y confían en el gobierno terrenal del papa, mientras que los protestantes rechazan la autoridad del pontífice y se ciñen a los mandatos de la Biblia. Los bahais, en cambio, siguen las enseñanzas del profeta iraní Baha?ullah. Las cinco creencias cuentan con fieles en Lugo, y representantes de todas participaron en un debate pionero que organizó la Rede Museística Provincial dentro del proyecto «A arte de ser muller nun mundo por compartir 5.0». Mariela Volcovich, activista judía por la paz que intervino a través de videoconferencia desde Argentina, abrió un foro en el que se analizó el papel que desempeña la mujer en cada una.

«Todo lo que promueva la desunión y el conflicto no es verdadera religión, porque en ninguna religión se ha dejado atrás a ningún ser humano», expuso Belén Sánchez, miembro de la comunidad Bahai de Lugo. Y a grandes rasgos, esa fue la idea que compartieron el resto de ponentes. «Cualquier machismo religioso nace de intereses sociales y económicos, no de la fe», añadió Volcovich. Una afirmación que secundó la sierva de San José y teóloga feminista Carmen Soto (católica), que resaltó cómo «la actitud de Jesús hacia las mujeres es igualitaria». Destacó que figuras como María Magdalena o Paula de Roma, cuyo trabajo fue decisivo en la primera traducción del hebreo al latín de la Biblia, fueron «silenciadas» durante siglos por una oligarquía y un «orden sacerdotal» que aún hoy discriminan a la mujer. Con todo, se mostró esperanzada. «Quizás el papa actual [Francisco] tenga una visión más abierta para que la mujer se sitúe en más ámbitos de poder», afirmó, antes de resaltar la labor «de las mujeres fuertes y luchadoras que desde siempre han buscado su espacio en su fe». Ana Pérez, protestante y miembro de la iglesia evangélica Buenas Noticias, instó a los cristianos «a luchar para volver a lo que ocurrió al principio, cuando no había primacía del hombre sobre la mujer». En su credo, las mujeres pueden ser ordenadas sacerdotes e incluso obispos. «Cuando la alfabetización llega a la mujer se produce una revolución», comentó, antes de abogar por la educación igualitaria que impulsó Lutero, y que desde finales del XIX favoreció movimientos como el de las sufragistas norteamericanas que reclamaron el derecho a voto de la mujer.

La polémica del velo

Muy esperada fue la intervención de Hin, una joven marroquí que vive en Lugo desde hace casi ocho años. «Todo el mundo relaciona a la mujer musulmana con el velo, pero para el Islam la mujer es la reina y puede vivir su vida como quiera [...] Lo que sale en la tele es puro fanatismo, pura política y cuestiones económicas», aseguró. A continuación, Hassan Azargui, musulmán que también vive en Lugo, reconoció que «durante miles de años» la mujer estuvo sometida por el hombre, que limitó sus libertades. Tras el primer turno de palabra se proyectó un vídeo denunciando la ablación, la violación, la discriminación, el desprecio o el asesinato que sufren millones de mujeres en Mauritania, Congo, Afganistán, Guatemala, India, México, España... En muchos casos, en nombre de una religión que esconde otros intereses. «Hay más cosas que nos unen que nos separan, y el mundo nos necesita a todos ligados, como una red entretejida para combatir todo eso», apostaron.