Adolfo Abel declaró como experto en el caso  los leones

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Las figuras de la matrona y de los leones de la fuente de la plaza de Avilés son réplicas de las originales.
Las figuras de la matrona y de los leones de la fuente de la plaza de Avilés son réplicas de las originales. pradero< / span>

La jueza citó también a varios empresarios y a un ingeniero municipal

21 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo parece decidido a no dejar sin aclarar ni un solo perfil de todo lo relacionado con la reconstrucción de la fuente de los leones y la conservación y restauración de las distintas piezas originales. La Voz ya informó de la amplísima documentación requerida por el juzgado al Ayuntamiento. Además citó a declarar a técnicos y empresarios, que pasaron en las últimas semanas por sede judicial. Entre ellos está el historiador Adolfo de Abel Vilela, buen conocedor de la historia de la fuente.

Al historiador lucense, al que la pugna política impidió, pese a tener el apoyo mayoritario de los lucenses, ser el cronista municipal de Lugo, se le requirió como experto en la materia. En el expediente de este asunto figuraban fotocopias de su libro sobre la Praza Maior de Lugo, en el que estudia la fuente de los leones. Además, los promotores de la denuncia -Abre la Muralla- que dio lugar a la investigación le habían pedido un informe sobre alguna de las piezas que conformaban la fuente.

Por otro lado, se da la circunstancia de que Adolfo de Abel fue compañero de trabajo del ex concejal José Piñeiro, que se encargó de la gestión de los asuntos relacionados con la fuente de los leones. Ambos coincidieron como compañeros en el Instituto Politécnico, si bien Adolfo Abel daba una asignatura teórica y Piñeiro otra práctica.

Leones en el museo

El alcalde presentó ayer en el Museo Interactivo de la Historia la lista que encabeza para las próximas elecciones locales. Allí, en el MIHL, puede verse alguna de las figuras de león, restaurada, que originalmente formaron parte de la fuente y durante décadas vigiló el acceso a la alameda de la Praza Maior.