Piedras en el camino de la izquierda múltiple para la unidad electoral

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Jaime Castiñeira fue confirmado candidato del PP a la alcaldía de Lugo en la tarde del viernes

01 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Llega febrero, cargado de agua y carnaval, y, en Lugo, en la olla política se cuece una larga campaña, distinta, intensa y dura. Al calor del cocido electoral, recobran el ánimo algunos sesteantes profesionales de la cosa pública y otros trabajan sus aspiraciones de entrar en el clan, la clase, la casta o lo que sea eso de cobrar del presupuesto público por hacer política. El socialista Orozco, calzadas de nuevo las botas de buscar votos, empieza su particular maratón puerta a puerta. El popular Barreiro, que se juega tanto a la carta de Jaime Castiñeira, saca los galones del cajón para dejar claro en defensa de Luis Lamas quién manda en el PP de Lugo. Cacharro, libre por fin de ese «proceso político de principio a fin» que fue, según él, la operación Muralla, tiene ocasión de recordar los días en los que, en las alturas nacionales de su partido, para apearlo, se hablaba de renovación; quizá se pregunta si no estará ya en marcha otro proceso de renovación en el PP de Lugo cocinado, muy a fuego lento, en los fogones de Santiago, a la espera de ver de qué son capaces de tejer, electoralmente, plataformas, mareas y así.

La decidida defensa que José Manuel Barreiro, presidente provincial del PP, hizo de Luis Lamas tiene un sonido especial escuchada después de las declaraciones del Feijoo sobre el error del ya ex presidente de Sogama. En opinión de Barreiro, Lamas es «un dos activos máis importantes que ten este partido» y fue «o mellor presidente da historia de Sogama». Es, y seguirá siendo -dijo-, el número tres (secretario de Organización) del PP de Lugo. Barreiro, jefe de modos suaves, desempolvó esta vez los galones para enviar un mensaje a navegantes, quizá incluso al propio Castiñeira que, unas horas después fue designado oficialmente candidato a la alcaldía. Si lo de Lamas (el despacho de abogados del que es socio fue contratado por el Cetal de cuyo patronato forma parte) fue un error político enmendado con la dimisión, qué impide, se preguntan algunos en el PP, que forme parte de la lista popular para las elecciones locales. Pudiera ser así. O no. La olla electoral se enriquece en Lugo con nuevas aportaciones. No está claro que mejoren el cocido, pero sí lo hacen distinto.

Gañemos Lugo y Lugo en Común ha decidido ir de la mano a las próximas elecciones locales y se disponen a diseñar un programa. ¿En qué percha ideológica lo colgarán? ¿Qué quieren decir cuando dicen que no son ni de izquierda ni de derecha? Hay preguntas qué exigen respuestas. Por ejemplo, ¿qué modelo de Estado quieren? Los ayuntamientos y las diputaciones son Estado también y los ciudadanos tienen derecho a saber para qué se les pide el voto. Es, más que saludable, necesario que la sociedad ensaye nuevas herramientas políticas o, al menos, nuevas formas para esas herramientas; para su buen uso, lo primero es saber de qué material están hechas.

Tal como están las cosas, en Lugo no parece fácil, aunque no es imposible, un acuerdo electoral de estas plataformas con Esquerda Unida. Carlos Portomeñe y Ramón Vázquez acotan el campo del posible acuerdo al ámbito de la izquierda rupturista. Los que ponen cara a las plataformas ciudadanas, como Bernardino Pardo e Iñaki García, seguramente conocen el consejo de Roosevelt: «Haz lo que puedas, con lo que tengas, estés donde estés». Pero no basta el puro voluntarismo, al menos es preciso que aclaren suficientemente en qué parte del terreno político están. Es algo en lo que les lleva ventaja Foro Lugo; su presidente, Ildefonso Saavedra, lo dijo desde que dio los primeros pasos para registrar este grupo: en el centro. Vale, pues ya lo saben los que acudan a votar en mayo: Foro Lugo se sitúa en el centro del espectro político. Fraga sabía bien de qué hablaba cuando avisó de que «no hay nada fácil en política; hay mucha gente que se cree que se puede improvisar, pero no se puede improvisar. Hay que tener muy pensado a dónde se quiere ir». Más aún cuando, como ocurre esta vez, en la olla social la presión es muy alta y el resultado más incierto que nunca. Tanto, que el socialista Gómez Besteiro aún guarda en la manga la carta que jugará en esta partida.

En Lugo, ahora que la lluvia y el frío de febrero tienen las plazas «oxidadas de silencio», en las cocinas de la política se cuecen los garbanzos electorales y se ajustan las máscaras. Llega el carnaval, estalla la precampaña.