El ex gerente del Eros, que no podía vivir en Galicia, dice que viajó a Lugo para ir al médico

lugo / la voz

LUGO CIUDAD

12 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

José Marcos Grandío Ascariz, el que fuera gerente del club de alterne Eros, de Garabolos, y uno de los principales imputados en la operación Carioca, fue juzgado ayer por un delito continuado de medida cautelar. Policías de paisano lo detuvieron en la Taberna de Jesús, al lado del cementerio, en enero del año 2011, por orden de la jueza instructora de la Carioca, Pilar de Lara. Dictó una orden de alejamiento para impedir el gerente del Eros mantuviera contacto alguno con las mujeres que pudieron trabajar ejerciendo la prostitución en ese club y en el Scorpio.

En la vista celebrada ayer en el Juzgado Penal número uno, el ex gerente del Eros dijo que se había desplazado a Lugo para acudir a una consulta médica y aportó el comprobante. Sin embargo, no fue detenido en el HULA, sino en la taberna del cementerio, sobre la una y media de la madrugada del 15 de enero.

Grandío Ascariz tenía prohibido residir en Galicia, por un auto dictado por el Juzgado de Instrucción número 1, del 29 de noviembre del año 2010, que especificaba además que no podría «entrar, ni acudir, así como aproximarse, acercarse, relacionarse y comunicarse por cualquier medio, ni directa, ni indirecta, ni en persona, ni por teléfono, ni por sí, ni por persona intermedia con las mujeres que haya podido trabajar en los clubes Eros y Scorpio, ejerciendo la prostitución».

Estuvo en un pub

Fue detenido cerca del cementerio pero la policía acreditó que el día anterior había estado, sobre las ocho de la mañana, en el pub La Perla, de la calle Plácido Rey Lemos. Fue encarcelado el 15 de enero.

El fiscal solicitó una condena de 24 meses de multa, a razón de 15 euros al día, es decir, 360 euros, con responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de liberta por cada dos cuotas insatisfechas.

En la vista estaban citados a declarar los policías nacionales que lo detuvieron en las inmediaciones del cementerio, en cumplimiento de la orden dictada por Pilar de Lara.