Todo lo que tenía en el archivo Javier Reguera eran 29 facturas de comidas por 13.600 euros
28 sep 2014 . Actualizado a las 15:15 h.Cada vez que se levanta el secreto de nuevos tomos de la Operación Pokemon saltan sorpresas. Y en la última entrega sorprende lo que archivaba en su despacho Javier Reguera, el responsable de la ORA en Lugo: solo facturas de comidas en restaurantes. Los agentes enviados por la jueza a registrar la sede de Vendex en el número 14 de la calle Río Neira de Lugo hace ahora dos años (20/9/2012) debieron de quedarse perplejos al ver que en el archivo del despacho de Javier Reguera había solo 29 facturas de comidas de los años 2009, 2010 y 2011. Unas diez facturas por año, pero de unas cantidades respetables, porque sumaban la friolera de 13.600 euros. Es lo que había gastado en comidas el responsable de Vendex en Lugo en los tres años. La factura más pequeña era de 180 euros y la de mayor cuantía ascendía a 1.116 euros. Eso era casi lo único que se archivaba en el despacho de Reguera, además de tres recibos de préstamos de dinero entre las empresas Sermasa y Doal, por importes de menos de 3.000 euros.
Curiosamente, no había más documentación en su despacho, tal como se desprende del registro realizado por los agentes. Y tampoco en el ordenador portátil, porque lo único que encontraron en el aparato fue una carpeta titulada «personal» y que realmente solo contenía documentos particulares.
En la sede de Vendex también hallaron algunas facturas de comidas en el despacho de María José Sierra (cinco facturas de enero a mayo de 2012 por importe de algo más de 2.500 euros) y solo una factura de comidas en el de Pilar Tomé Cortón. Esta era la que tenía la documentación del funcionamiento de la empresa Sermasa y muchos de los concursos y pliegos de condiciones a los que se presentan tanto en el Concello de Lugo como en la Confederación Hidrográfica. Curiosamente, también tenía propuestas de otras empresas competidores de Sermasa al mismo tipo de servicios: limpieza, organización de actividades turísticas y deportivas.
Aunque en el despacho de Javier Reguera de la calle Río Neira no parecía haber mucha actividad más allá de la gastronómica, en su vivienda sin embargo la comisión judicial encontró las escrituras de tres pisos en Lugo y uno en Foz, y también las escrituras de varias plazas de garaje en la ciudad. Todos los bienes habían sido comprados por Javier Reguera y su mujer a promotores de Lugo, según las escrituras. La juventud de Reguera, que apenas alcanzaba la cuarentena, junto a su sueldo de bedel del Concello y luego de encargado de Vendex en Lugo hizo sospechar desde el principio que fuese un testaferro de Liñares, aunque él declaró que se dedicada también a los negocios inmobiliarios.
En el registro de la caja fuerte de su piso hallaron 1.600 euros.
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