Una asociación se ofrece a regalar una burra preñada para el monte de A Toxa

Bea Costa
bea costa O GROVE / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El Concello de O Grove lleva meses esperando a ampliar la colonia de asnos que tiene en el Monte Central

26 ago 2014 . Actualizado a las 06:53 h.

Emilia no se queda preñada y en la Asociación en Defensa do Burro Fariñeiro han tomado nota. Conocedores de la apuesta que ha hecho el Concello de O Grove por recuperar la cría de burros en la isla de A Toxa, esta asociación anuncia que se brinda para regalar al Ayuntamiento una burra preñada con el fin de perpetuar la especie y aumentar la pequeña colonia asentada en el Monte Central. «Aproveitamos La Voz de Galicia para facer este ofrecemento porque sabemos todo o que están facendo no Grove por estes animais», explicó el presidente de la asociación, Jacobo Pérez. Según este experto, la procreación en esta especie no es fácil, de hecho Emilia ya tuvo un aborto. Y este verano, cuando algunos se las prometían muy felices y la daban por preñada, resultó que solo estaba gorda.

En la asociación están encantados de poder colaborar con aquellas administraciones y particulares que se impliquen en la conservación de estos animales, máxime teniendo en cuenta que el burro fariñeiro está en peligro de desaparecer. Ya casi nadie los quiere porque no resultan útiles para el campo ni para cargar la harina de los molinos, como antiguamente, de manera que se están convirtiendo en una rareza. En Galicia, según los datos de que dispone esta asociación, hay unos cinco mil ejemplares entre mestizos y fariñeiros, muy pocos en comparación con la población que llegó a haber décadas atrás. Esta asociación tiene su particular fortín en Escairón, donde cuidan a una veintena de animales, a mayores de los que tienen registrados por otros lugares de la comunidad como A Fonsagrada, Brión, Santiago y Lugo.

Carreras y fiestas

En Arousa también quedan todavía asnos en manos de particulares, algunos de los cuales participan en la carrera que a principios de septiembre se celebra en San Miguel de Deiro (Vilanova). Y dicen los organizadores que esta prueba está contribuyen a conservar esta especie. No es la única fiesta que actúa como un aliado de los burros. En Ribadumia también se utilizan con motivo de las recreaciones de las moliendas del trigo y el maíz que se organizan en agosto dentro de la Festa do Pan.

Desde la asociación que representa Jacobo Pérez aplauden estas y cualquier otra iniciativa que contribuya a mantener esta especie, siempre y cuando se respete y se garantice su bienestar. «Calquera promoción que se faga do burro é fantástica». Pero, a juicio de Pérez, no es suficiente. Su asociación pide a la Consellería do Medio Rural el reconocimiento del burro fariñeiro como raza autóctona de Galicia «porque se algo non é recoñecido oficialmente é como se non existira», lamenta.