El plan Bolonia obliga a realizar todos los exámenes en menos de seis meses

LUGO CIUDAD

Docentes y estudiantes critican que la evaluación sea justo después de la Navidad

13 ene 2014 . Actualizado a las 16:32 h.

El plan Bolonia ha modificado, entre otros muchos cambios para adaptarse al marco europeo, el calendario de los exámenes universitarios, que ahora han de solventarse en menos de seis meses. El curso académico empieza antes, a principios de septiembre ?al mismo tiempo que secundaria?, lo que ha adelantado las fechas de la evaluación de los cuatrimestres. Los del primero son en enero, justo después de Navidad, lo que obliga a los alumnos a estudiar en vacaciones. Hay profesores y alumnos que tachan de «despropósito» este cambio, aunque otros sí le encuentran ventajas.

El rector de la Universidade de Santiago (USC), Juan Casares Long, cree que «esta transición hacia la convergencia europea» requiere de un período de adaptación «que hay que pasar», y recuerda que «precisamente, el hecho de que Bolonia exija la evaluación continua resta peso a los exámenes finales, en los que se juega todo a una carta».

En este sentido se pronuncia el vicerrector de Titulaciones de la Universidade de Vigo, Ignacio Barcia, para quien el examen tiende a desaparecer sustituido por otra docencia «más participativa». Para Barcia, el calendario es un tema más complejo de lo que parece: «El año pasado intentamos hacer los exámenes antes de Navidades y en algunos casos funcionaba bien y en otros no, depende de las asignaturas».

Desde el rectorado de A Coruña afirman que no quieren entrar en la polémica y recuerdan que «adoptouse en todo o Estado a estrutura de cuatrimestre acorde co espazo europeo».

Para todos los gustos

No hay una postura unánime entre el profesorado sobre la idoneidad o no del nuevo calendario de exámenes. Con el anterior plan, los universitarios empezaban las clases en octubre y se examinaban del primer cuatrimestre a finales de enero y durante febrero. Tenían como mínimo un mes entre las Navidades y la primera evaluación. Actualmente, apenas unos días.

Fernando Suárez, profesor de la Facultade de Belas Artes de Pontevedra (UVigo) recuerda que «el curso pasado los exámenes fueron en diciembre. Personalmente, entiendo que para el alumno es contraproducente tenerlos en enero porque las Navidades son un período lleno de fiestas y ese primer esprint es nefasto y puede haber descalabros mayores».

Manuel Recuero, decano de la Facultad de Humanidades de Ferrol (UDC), cree que el plan Bolonia se ha aplicado con «mucha improvisación»: «Y no solo se trata del calendario, sino también del ritmo de las clases y de la propia selectividad, que no se adapta a las necesidades y retrasa el inicio del curso muchísimo», matiza. Xosé Manuel Cid, vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Educación de Ourense, concluye: «Daslle ao alumno unhas vacacións das que non poden disfrutar» y relata que «cando a algún lle preguntas nos pasillos que tal as vacacións a resposta é clara: ¿Que vacacións, serán as túas?».

Existe también el debate sobre si el curso debería empezar incluso antes ?ahora ya es a mediados de septiembre?, para que los exámenes se pudiesen realizar justo antes de Navidad. Pero aquí surge el problema de que la selectividad siga realizando su segunda convocatoria tras el verano: «Los alumnos que la aprueban en septiembre se incorporan en octubre y pierden parte del primer cuatrimestre», dice Barcia. Otros profesores ven en este calendario una ventaja: «Neses días teñen tempo para traballar e tamén para pasalo ben. Teñen casi tres semanas sen clase para poder preparar as probas», señala Anxo Calvo, decano de la Facultade de Economía e Empresa de A Coruña. La organización del estudiante es, para otros, lo primordial: «Los alumnos aprenden a administrar su tiempo conforme al ambiente y el calendario que los rodea, y eso es también con lo que se van a encontrar cuando lleguen a una empresa», recalca Juan Ortiz, profesor de la Escola Politécnica Superior de Lugo.