El empresario lucense José Luis Otero explicó ayer, veinticuatro horas después de la subasta en el Mercantil de bienes suyos y de su esposa, que su empresa quebró como consecuencia de los procesos concursales que indirectamente le afectaron. «Sin poder evitarlo, sufrí 19 procesos concursales que me quebraron la empresa y hasta un concurso personal que afectó a mi familia», apuntó el responsable de Fundaciones Pardo.
Otero explicó que en la última subasta no se ofrecieron en su totalidad el chalé de Barreiros y un piso en el Campo Castelo de Lugo. Aclaró que en ambos casos la venta afectaba única y exclusivamente al cinco por ciento de propiedad y pleno dominio. En ambos casos, la adquisición fue realizada por 300 euros por familiares del empresario.
El industrial dijo que, en su opinión, era más correcto decir que el valor conjunto de los bienes que se subastaron era de algo más de 950.000 euros que sumar los de menor importe que salieron a menor precio en la subasta.