Nuevo intento de violación en Santo Domingo que la víctima evitó tirándose de su coche

miguel cabana / lA voz

LUGO CIUDAD

17 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Las violaciones o intentos son frecuentes en la ciudad aunque en la comisaría de Lugo silencian todos estos casos, supuestamente por orden del Ministerio. Uno de los últimos ocurrió a las diez y media de la noche del lunes, casi en plena Praza de Santo Domingo. Una mujer de unos 60 años se subía al coche que tenía aparcado al lado de la Praza de Abastos, en el callejón colateral, denominado de Tuñas Bouzón. Mientras se sentaba al volante un desconocido le puso un objeto punzante en el cuello impidiéndole cerrar la puerta. Le ordenó que le diera la cartera y el dinero y después la obligó a saltar hacia el asiento del conductor mientras la seguía presionando con el objeto punzante. Cerró la puerta, comenzó a tocarla por debajo de la ropa y la agarró por la cabeza, pero en el momento que el violador dejó de presionarla con el punzón, ella abrió la puerta derecha y se tiró a la calle rodando mientras pedía auxilio a gritos. El agresor, sorprendido por la rápida reacción y los gritos, salió del coche y abandonó el lugar corriendo. La víctima sufrió varias magulladuras y erosiones al caer, pero evitó la violación. Luego, presa de una crisis nerviosa y acompañada por su familia, acudió a presentar denuncia.

Como en todos los demás casos, la comisaría de Lugo dice que tiene órdenes de no comunicar nada por protección de la imagen de las víctimas. Es una maniobra que les permite encubrir los numerosos casos que ocurren, porque desde siempre, cuando se informa de tales hechos nunca se da a los medios nombres de las víctimas ni detalles que puedan identificarlas.

Sin embargo, esta política de censura informativa hace que las víctimas consideren que viven en sitio seguro y no tomen precauciones, siendo cada vez más vulnerables. Por ejemplo, en la zona de la Avenida de A Coruña los tirones y asaltos a mujeres son diarios y las víctimas caen una tras otra para sorpresa de los comerciantes sin que la Policía de Lugo informe de ello ni haga una recomendación de seguridad.