El alcalde Ángel Currás y su jefe de gabinete culparon a la edila en sus declaraciones

La Voz

LUGO CIUDAD

05 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La concejala de Santiago llegó ayer puntual, a las 10 horas, a los juzgados de Lugo. Tuvo que esperar una hora hasta que la jueza le mandó pasar y de los cincuenta minutos que estuvo con ella la mayoría los pasó analizando la ingente documentación que, por orden de la magistrada, había remitido el Concello compostelano. En lo poco que duró el interrogatorio solo se habló del informe presuntamente falsificado y, aunque Rebeca Domínguez no quiso hacer ninguna declaración, sí ha trascendido que ella se ha ratificado en todo lo que afirmó en su primera declaración.

Tan solo habló escuetamente el abogado de la edila, que dijo que estaban satisfechos con la declaración «porque cuando se va con la verdad por delante no hay nada que temer» y también bromeó al decir que su clienta se merecía «en todo caso una medalla» cuando le preguntaron si se habían pedido medidas cautelares, cosa que no sucedió.

Rebeca Domínguez tampoco ha querido manifestarse sobre el hecho de que, como han señalado fuentes judiciales a este periódico, tanto el alcalde, Ángel Currás, como su jefe de gabinete, Francisco Castro, -también imputado- hubiesen descargado sobre ella parte de las posibles responsabilidades de la operación Pokémon en Santiago. Así se lo manifestaron a la jueza cuando declararon ante ella el pasado 17 de enero. Preguntado por la nueva declaración de su concejala, el regidor se limitó a decir que esperaba que «todo se aclare» y «termine felizmente».