La Confederación Miño-Sil abre una investigación por el vertido de la A-54

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil ha abierto una investigación por el vertido de restos de las obras de la autovía de Lugo a Santiago (A-54) al río Miño. Las intensas precipitaciones provocaron que en el entorno de las obras se formasen grandes balsas de aguas. El pasado viernes, agua y lodo rompieron el talud y cayó ladera abajo llegando al caudal del Miño, a la altura de Nadela, donde se pretende construir un puente sobre el río. El vertido enturbió por completo el agua.

Según informaron desde la Confederación, en cuanto tuvieron constancia de este hecho abrieron una investigación. Por un lado, están haciendo controles en el agua del Miño para determinar si este vertido ha tenido efectos contaminantes en el agua y si ha ido más allá del efecto visual del arrastre.

Por otro lado, están estudiando el nivel de responsabilidad de la empresa que realiza las obras de la autovía -que en estos momentos están paralizadas-, es decir, si estaban activadas todas las medidas de seguridad legalmente obligatorias. Esto determinará la apertura o no de un expediente sancionador. De todos modos, desde la Confederación Hidrográfica explican que estamos ante un hecho extraordinario, ante un nivel de precipitaciones imprevisible, y eso también se tiene en cuenta.

Pero este no es el único frente abierto por la Confederación. Se están realizando controles en los ríos lucenses para comprobar que no se hayan producido arrastres contaminantes al agua, por ejemplo, procedentes de purines.

Aun así, matizan que los controles ya se realizan periódicamente, aunque se incrementan ante situaciones climatológicas adversas como las que se produjeron este fin de semana. De hecho, disponen de la red SAIH que ofrece datos en tiempo real: ante cualquier anomalía o crecimiento desmesurado del nivel del río se alerta a los servicios de emergencias.

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