«Chámanlle Chucán, pero o seu verdadeiro mote é O Caladiño»

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Los vecinos de José Carnero en Sober apenas mantenían trato con él

03 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El encarcelamiento de José Carnero O Chucán, ordenado el sábado por la magistrada que presidió su juicio en la Audiencia de Lugo, no había tenido ayer mucha repercusión en la localidad soberina de Arxemil, donde tiene su domicilio. Los vecinos de varias viviendas próximas a la suya desconocían que hubiese ingresado de nuevo en la prisión de Bonxe. «Nin sequera sabía se el estaba agora na súa casa ou non», explicaba por la mañana la vecina de una vivienda cercana, que prefiere no decir su nombre. El desconocimiento no es de extrañar, dado el carácter retraído y los hábitos solitarios de O Chucán, que nunca mantuvo mucho trato con sus convecinos ni antes ni después de su anterior estancia en prisión y de su primer juicio por el homicidio de Pilar Palacios.

El alcalde de Sober, Luis Fernández Guitián, señala a este respecto que el mote por el que es más conocido ahora José Carnero no es el que le se ha dado habitualmente en el municipio. «Chucán é o nome que se lle deu tradicionalmente á súa casa, pero o seu verdadeiro mote persoal, o que lle daban sempre os veciños, era O Caladiño, que xa o di todo sobre o seu carácter», explica. «Se cadra tiña algo máis de trato con algúns veciños que levan unha vida de solteirón parecida á súa, pero en xeral era moi difícil entrar a falar con el», añade el regidor.

Fernández Guitián dice también que hace poco se cruzó casualmente con Carnero cuando pasaba por el barrio de O Couto, donde tiene su domicilio. «Pregunteille como estaba e contestoume que estaba ben, pero non me dixo praticamente nada máis e así era case sempre con el», agrega.

Desde que salió absuelto de su primer juicio y regresó a su casa, los vecinos de Arxemil se cruzaban con él cierta frecuencia, pero el trato rara vez pasaba de unas pocas palabras. «O único que falaba con el era ?bos días? ou ?boas tardes?, pero nada máis», dice la mencionada vecina. «Non se daba ben coa xente e o normal con el era dicir ?bos días? e pouco máis», confirma Emilio Rodríguez, que vive en el núcleo principal de la localidad. «El ía e viña e moitas veces non se sabía se estaba na súa casa ou non estaba», añade.

José Domínguez, residente en el barrio de Camilo, puntualiza que a pesar de este carácter poco sociable se prestaba a ayudar a los vecinos cuando alguien necesitaba apoyo para arrancar las patatas o para realizar algún otro trabajo.

Sin incidentes

Aunque el pasado julio fue denunciado por amenazar a su madre y a su hermana, ni al alcalde de Sober ni a los residentes de Arxemil les consta que O Chucán haya protagonizado ningún otro incidente de ese tipo tras su estancia en la cárcel, ni tampoco antes. «Que eu saiba aquí nunca se meteu con ninguén», dice José Domínguez.

En cuanto a la responsabilidad de José Carnero en la violenta muerte de Pilar Palacios, los vecinos del pueblo distaron de compartir una misma opinión mientras estuvo encarcelado y procesado. «Algúns pensaban que fora el quen a matou e outros que non, pero como foi unha cousa non vista ninguén podía asegurar nada», resume Emilio Rodríguez.