El Concello se llenó de aire renovado para defender los derechos de la infancia

Laura López LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

Los escolares propusieron al alcalde circuitos deportivos y conciertos solidarios

21 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La casa consistorial de Lugo -y los políticos- cargaron ayer las pilas con aire renovado. El que trajeron los niños de los colegios Franciscanos, Fingoi, Galén, Divino Maestro y Cervantes, que dieron una lección sobre lo que significa participación ciudadana y la importancia de los derechos de la infancia. El encuentro participativo, que tuvo lugar en el salón de plenos, estuvo organizado por el Concello y por Unicef, con motivo del vigésimo tercer aniversario de la aprobación de los Derechos de los Niños, y en él participaron, además de los alumnos, el alcalde, José López Orozco; la presidenta de Unicef Lugo, Miriam Garabito, y la concejala de Servizos Sociais, Ana González.

Cada colegio trabajó un tema, y los alumnos expusieron al pleno sus conclusiones, pero también una batería de dudas y otra de propuestas, de las que el alcalde tomó buena nota para ponerlas en práctica. En los Franciscanos reflexionaron sobre los derechos de identidad y juego, y propusieron al alcalde instalar más parques infantiles.

Los alumnos de Fingoi debatieron sobre igualdad y participación: «No todos somos iguales, pero tenemos los mismos derechos», apuntaron. En este sentido, propusieron al alcalde poner a funcionar circuitos deportivos, con servicio de préstamo de bicis, patines... para favorecer esa igualdad de oportunidades.

También proponen organizar un concierto o recital solidario, en el que se pague con tapones, destinados a ayudar a niños con enfermedades.

La educación y la explotación infantil fueron los temas que expusieron los niños de colegio Galén, mientras que los del Divino Maestro preguntaron por qué hay niños que no tienen acceso a sanidad. Si el problema es económico, una de las alumnas se ofreció a donar el dinero que está ahorrando para una consola. En el Cervantes, donde hacen cada año la carrera solidaria, trataron la discapacidad y propusieron a los políticos que se pusiesen, por un día, en la piel de una persona en silla de ruedas: «Ir pola rúa do noso cole, por exemplo, é moi complicado».