Un empresario denunció a dos policías por intento de chantaje

antón mariño LUGO / LA VOZ

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PRADERO

Intentaron supuestamente colocarle droga y relojes robados en la tienda

28 nov 2020 . Actualizado a las 11:33 h.

Un empresario lucense denunció a dos inspectores de policía por chantaje y por intentar involucrarlo en diversos delitos mediante la colocación de pruebas falsas en su empresa. Manuel Alonso, propietario de Telecopy y presidente de la asociación gallega de comerciantes de oro, aportó las declaraciones de cinco testigos, que comparecieron ante el juzgado de instrucción número 1 de Lugo, y contaron irregularidades que presuntamente cometieron los agentes contra dicho negocio y su propietario, Manuel Alonso.

El local donde se cometieron los hechos está ubicado en las proximidades de la Praza do Rei. Se trata de un multicentro que abre las 24 horas y que tiene licencia para compra de oro y joyas. El empresario denunció a dos inspectores de la Policía Nacional que pretendían, según las declaraciones de los cinco testigos en el juzgado, involucrarlo en diversos delitos mediante la colocación de pruebas falsas en dicho establecimiento. Todo ello sería por una supuesta animadversión hacia el empresario, sin causa justificada.

«Pánico a esos hombres»

Uno de los testigos, M.V.C., dijo en su declaración que le costó mucho acudir al juzgado a declarar «porque les tiene pánico a esos dos hombres» quienes le dijeron en comisaría que si tomaba algún tipo de acción «tuviera buen ojito con lo que hacía, porque ellos tenían placa y él no». Textualmente le dijeron, según declaró en el juzgado «tú sabes perfectamente lo que nosotros podemos hacer y lo que no».

Estando esta persona en Comisaría, en uno de los despachos del primer piso, declaró que los dos agentes cogieron una caja de cartón de la que sacan dos relojes, uno de ellos de oro, diciéndole que «si le vendía ese reloj al de Telecopy, le iban a echar un cable con sus posibles causas pendientes». El testigo declaró que cuando le hicieron este supuesto ofrecimiento, entendió que «lo que pretendían era tender una trampa a Manuel, colocándole el reloj en la tienda».

Declaró también este testigo ante la jueza que «a uno de los policías lo tiene visto muchas veces en el club Queens y que le decía ?aquí no estoy como policía, no te vayas a confundir?».

Una segunda testigo declaró que uno de los inspectores le repitió que Manuel Alonso «compra efectos robados para luego revenderlos, sabiendo que eran robados y lucrarse personalmente», al tiempo que le recalcó que cada dos días estaba en comisaría y que tenía muchos problemas con la justicia, lo cual sabe que no es cierto.

Esta persona declaró a su vez que lo que interpretó fue que el inspector que se dirigió a ella intentaba amedrentarla para que no hiciera negocios con Manuel Alonso «y así lo entendió por la forma de hacerla esperar, por decirle y reiterarle que Manuel era un ladrón y tratando de ponerla contra el empresario».

Tocamientos

Otro de los testigos explica que al salir un día de Telecopy fue interceptado por estos inspectores de paisano que le preguntaron si iba mucho por ese establecimiento. Cuando les explicó que solo iba a hacer empeños y comprar comida latina, los policías le dijeron «ya te enterarás» para acto seguido, dejarlo marchar sin ninguna explicación.

Este testigo declaró también que ambos inspectores le dijeron que «Manuel es un ladrón, que compra mercancía robada».

Otra de las testigos, A.C.V., que compareció en este caso contra los dos agentes de policía, testificó que estando en Comisaría para arreglar unos papeles le comunicaron que subiese a uno de los despachos del piso superior porque un agente quería hablar con ella. Allí había varios policías y uno de los denunciados, supuestamente, según aparece literalmente en la declaración de la mujer, «primero le tocó los pechos delante de los otros policías» y tras ello, le preguntó si conocía a Manuel, a lo que respondió que sí porque allí compraba y hacía fotocopias. Tras esta respuesta, el inspector le dijo que tenía que dejarle unas bolsitas de cocaína desparramadas por ahí -refiriéndose a Telecopy-, y que si no hacía este encargo, se iba a acordar o se iba a tener que ir de Lugo».

También apunta en su declaración esta mujer que al ser preguntada por la jueza si tenía conocimiento de que a otras personas le habían propuesto cosas parecidas para incriminar a Manuel Alonso, responde que sí.

Con estas declaraciones de los cinco testigos y diversas pruebas presentadas, el empresario declaró sentirse acosado por los dos policías, y presentó la denuncia que tramita el juzgado de instrucción número 1, que dirige la jueza Pilar de Lara.

Una de las pruebas presentadas es una denuncia hecha por uno de los agentes en un folio en blanco, de su puño y letra, dentro de Telecopy, por una supuesta irregularidad. Cuando el propietario le dijo que todo estaba siendo recogido por el sistema de grabación y que lo iba a denunciar, el policía marchó y tiró la denuncia a la papelera. La denuncia fue recuperada y aportada como prueba contra él.