El de Lugo reforzará en breve las experiencias culturales con ancianos, niños, personas ciegas o autistas que ya realizan Narla, Tor o San Cibrao
04 mar 2012 . Actualizado a las 07:02 h.Un museo debe ser más que un lugar en el que almacenar y exponer cuadros, esculturas y demás manifestaciones artísticas. Un museo debe ser un espacio de cultura en el sentido más amplio, del que pueda beneficiarse el conjunto de la sociedad: desde un niño a un anciano, desde una persona culta e ilustrada a otra que apenas sabe leer, desde alguien que se desenvuelve de forma autónoma a alguien que se desplaza en silla de ruedas, no ve, no oye o tiene una discapacidad intelectual. Con esta filosofía trabaja desde hace tiempo la Rede Museística Provincial, de la que forman parte el Museo do Mar (San Cibrao), la Fortaleza de San Paio de Narla (Friol), el Pazo de Tor (Monforte) y el Museo de Lugo.
Los tres primeros llevan varios años desarrollando experiencias singulares para «comunicar a sociedade e o museo», y el último pretende impulsarlas en breve, como destaca la gerente de la red, Encarna Lago. Numerosas asociaciones lucenses colaboran en las iniciativas que se llevan a cabo, y que coordina el departamento de Capacidades diferentes y discapacidad adscrito a la red desde el año 2008. Entre otros, se han multiplicado las exposiciones temporales, los encuentros o el uso de la tecnología audiovisual para hacer más atractivas las visitas a los museos lucenses.
Premios y reconocimientos
Esa línea de trabajo ya le ha valido a la red reconocimientos como el Premio á Mellor Experiencia Didáctica nun Museo, de la Fundación Rosalía de Castro, otro de la Once, o la inclusión del Pazo de Tor en guías especializadas como cuarto punto de interés turístico para personas con discapacidad, solo por detrás de la Muralla, la Catedral de Lugo y el mirador de la playa de As Catedrais.
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