Hechos frecuentes
Sin embargo, algunos vecinos de la zona aseguraron que no es la primera vez que muere algún perro en el barrio con síntomas de haber sido envenenado mediante raticida. E incluso fueron más lejos al afirmar que desconfían de que exista una persona en las cercanías a la que no le gustan los animales de compañía que pueda ser quien depositó los cebos que provocaron la muerte del animal. Precisamente por estas desconfianzas pusieron los hechos en conocimiento de la patrulla verde, para que investigue de oficio la posible existencia de estos sabotajes.
La propietaria del animal dijo que prefería mantener el anonimato por estar muy dolida por la muerte de la perra, que había apadrinado en la Protectora de Animales de Lugo, de la que es socia desde hace años. También aseguró que si algún día llega a tener cualquier indicio o prueba de que alguien puso el veneno en la calle, presentará denuncia.