Pontevedra, un caso único en Galicia

Serxio Barral Álvarez
Serxio barral PONTEVEDRA / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Frente a la opción de hacer caja con las grandes superficies, aquí se apuesta por lo local

05 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Pontevedra cuenta con una única gran superficie en su término municipal, el centro comercial de San Blas, en Salcedo. Y es uno de los más pequeños de Galicia, con apenas 17 locales comerciales, incluyendo el hipermercado que es la razón de ser del mismo. Sumando el centro comercial de A Barca, que está en Poio, aunque solo el puente del mismo nombre le separa de la ciudad del Lérez, Pontevedra cuenta con apenas 69 locales comerciales ubicados en grandes superficies, frente a los 356 de Vigo. Lugo cuenta con 110 locales ubicados en grandes superficies; Ourense, con 118; Santiago, con 149, Ferrol, con 237; y A Coruña con nada menos que 737 locales distribuidos en doce centros comerciales (ver gráfico).

El caso de la ciudad herculina es especialmente paradigmático, ya que su gobierno local ha seguido en los últimos años un criterio opuesto al pontevedrés. Allí se apostó por hacer caja para el Concello a costa de cobrar a precio de oro las licencias para levantar centros comerciales. Desde el año 2003 han abierto ocho grandes superficies en A Coruña, incluyendo Marineda City, que se estrenó este mismo año y es el centro comercial más grande de España y el segundo en superficie de toda Europa.

Los economistas, en contra

Claro que la política de hacer caja a costa de las grandes áreas tiene su coste. Un estudio publicado a principios de este verano por el Colegio de Economistas de A Coruña concluye que siete de cada diez asociados del mismo creen que la proliferación de centros comerciales supondrá un lastre para la economía de la ciudad.

Un 24 % de los profesionales consultados entendían que la saturación de grandes áreas tendrá un efecto negativo en el comercio tradicional y que su contribución a la economía no compensa ese lastre, mientras que otro 46 % dudaban incluso de que supongan algún beneficio para la economía de la ciudad.

La directora del estudio, María Jesús Freire, explicaba entonces a La Voz que la opinión negativa de los economistas hacia el exceso de grandes superficies se debe a que «perciben que van a desaparecer muchos puestos de trabajo en el pequeño comercio» y a que el mercado de los alquileres verá cómo suben las rentas de los locales que ocupan los comercios tradicionales en el centro de la ciudad.

En Pontevedra, el gobierno local se alinea claramente del lado de los economistas coruñeses. El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, relataba hace unos meses en un encuentro con la Asociación de Jóvenes Empresarios una anécdota que vivió en una visita a una ciudad gallega. Allí vio en un pabellón deportivo una placa que señalaba que la instalación había sido donada a la ciudad por una gran cadena de supermercados. «Eu pensei -contaba Lores- ¿que lle habrá tido que dar esta cidade a esa firma para que lles constrúan un pabellón? ¿Cántos postos de traballo no comercio local terán quedado polo camiño? Dende logo, non é o modelo que eu quero para a miña cidade».

Con todo, Pontevedra no puede oponerse siempre a las grandes superficies. De hecho, está en marcha un proyecto para crear un polígono de industria-escaparate en O Vao impulsado por la sociedad inmobiliaria Ponteno, del grupo Nogueira. Tendrá una superficie de unos 40.000 metros cuadrados y está prevista la instalación de firmas como Decathlon, Kiabi, Aki, Norauto o McDonalds, entre otras. Las obras podrían comenzar en el 2012.