«Mi presente es Flashdance»

M. Meizoso / M. Arroyo

LUGO CIUDAD

Sabela Adalid | Bailarina

07 jun 2011 . Actualizado a las 13:34 h.

Desde hace dos meses, Sabela Adalid reside en Madrid. Ferrolana de la cosecha del 85, saltó a la palestra como concursante del programa Fama. Dedicada en cuerpo y alma a la danza, su último destino viene avalado por razones que ella misma argumenta: En la capital «es donde están los cástings, los musicales y las audiciones para las compañías. Por desgracia en Galicia, en temas de danza, todavía queda mucho por andar».

-No es la primera vez que tiene que trasladarse a Madrid para triunfar. ¿Cómo han cambiado las cosas en los últimos años?

-Se ha dado un salto muy importante. Lo vemos, por ejemplo, con la implantación de la carrera de danza en el conservatorio de Lugo. Van a apareciendo oportunidades nuevas, pero por ahora la diferencia, lógicamente, es abismal.

-Le hemos visto en varios proyectos, pero lo suyo no fue lo que se dice una vocación temprana.

-En absoluto. Una amiga me habló de una agrupación de danza en Ferrol y me apunté. Me gustó mucho, ahí estuve dos años y después pasé a cursar estudios profesionales en Lugo. Fue muy duro porque cuanto más mayor eres más complicado es moldear el cuerpo.

-Uno de los momentos más importantes de su trayectoria fue su paso por «Fama». ¿Cómo recuerda esa experiencia?

-Vivirlo fue increíble, pero la experiencia fue muy dura. Al principio, Fama Revolution tenía el campus y las condiciones eran bastante extremas, pero bueno, conseguí pasar al programa como concursante oficial y eso me permitió trabajar con profesores de estilos muy diferentes a los míos.

-¿Impone el saber que lo que hace se proyecta a millones de personas a través de la televisión?

-Al principio estás desubicada, pero después te acostumbras. Me llevo grandes amigos, pero en ciertos momentos me lo hicieron pasar muy mal.

-¿En qué anda ahora metida?

-Nada más llegar a Madrid, me seleccionaron para formar parte del elenco del musical Flashdance. Ese es mi presente porque he de reconocer que la cosa está muy floja.