Visto para sentencia el juicio que enfrenta a Iglesia y pueblo de Ribadulla

EFE

LUGO CIUDAD

Están enfrentadas desde hace un par de años cuando comenzó una disputa sobre la propiedad de un terreno de 2.4000 metros cuadrados situado en la zona alta de esa localidad situada en el municipio coruñés de Santiso.

24 feb 2011 . Actualizado a las 16:34 h.

La vista oral del juicio por una demanda civil interpuesta por el Obispado de Lugo contra la práctica totalidad de habitantes de la localidad de Ribadulla, en el municipio coruñés de Santiso, sobre la disputa de unos terrenos, quedó hoy pendiente de sentencia en el Juzgado de Arzúa.

En principio la vista oral estaba previsto que se prolongara hasta mañana, debido al elevado número de demandados, un total de 53 habitantes de Ribadulla, pero finalmente concluyó al haber rechazado el abogado representante de la Iglesia el testimonio de la mayor parte de ellos.

Los habitantes de Ribadulla y la Iglesia están enfrentadas desde hace un par de años cuando comenzó una disputa sobre la propiedad de un terreno de 2.4000 metros cuadrados situado en la zona alta de esa localidad y conocido como «campo de la fiesta», que esta entre el templo católico y la abandonada casa rectoral.

El Obispado de Lugo considera que ese terreno le pertenece, pero los habitantes de esa localidad aseguran que esa propiedad en la que llevan más de cuarenta años organizando fiestas parroquiales y otros eventos sociales es suyo.

Se trata de una parcela de la parte alta de Ribadulla, un pueblo que fue parcialmente inundado en 1968 por la construcción del embalse de Portodemouros.

La vista oral celebrada esta mañana es consecuencia del fracaso del acto previo de conciliación que concluyó sin avenencia y en el que se puso de manifiesto la discrepancia entre la Iglesia y los parroquianos.

En la vista oral, después de que declararan siete del medio centenar de demandados, el abogado del Obispado, Alejandro Fernández Puñariño, consideró que no tenía sentido continuar oyendo a más demandados, ya que todos declaraban en el mismo sentido y defendían que el terreno era de propiedad de la población y no de Iglesia.

El letrado insistió en que el Obispado de Lugo dispone de una escritura de propiedad «indiscutible» y señaló que la celebración de fiestas en «un trozo» de esa parcela en litigio obedece a que la Iglesia había consentido la utilización de ese espacio.

Por su parte, el letrado de la población, José Fernández, explicó que en el plan de urbanismo de Santiso el terreno figura como propiedad de la población y que así aparece inscrito en el registro catastral, además de poseer una escritura de venta pública de la Asociación de vecinos a los habitantes de Ribadulla.

Ese letrado indicó después a los medios de comunicación que había quedado «absolutamente acreditado» que en 1968 la empresa hidroeléctrica propietaria del embalse entregó a la población ese terreno en sustitución de uno anterior que quedó inundado y apuntó que «desde entonces, siempre fue de ellos».

Consideró que «no debería de haber ningún problema» en reconocer la propiedad a la población después de cuarenta años, al observar que esa propiedad «es de los vecinos desde el inicio y la Iglesia, con relación al campo de la fiesta, no actuó para nada».

La tensión en Ribadulla se ha rebajado después de que tiempo atrás suscitara irritación la decisión del Obispado de cerrar el templo católico de esa localidad al culto dominical.

Algunos de los habitantes de esa localidad que acudieron a la vista oral expresaron a los medios de comunicación su disgusto por la actitud del Obispado que consideran que trata de usurparles ahora un terreno festivo y de disfrute que no pertenece, en su opinión.

sólo a la Iglesia o a sus parroquianos, sino al conjunto de la población.