La LU-546 recupera su esplendor

Xosé Ramón Penoucos Blanco
X. R. Penoucos SARRIA/LA VOZ.

LUGO CIUDAD

El corte de tráfico en el corredor por las obras para colocar 12 gigantescas vigas en la A-54 devolvieron a la antigua carretera a miles de conductores que ya no la usaban

15 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El corredor entre Nadela y Sarria está a punto de cumplir los dos años y celebrará su onomástica cerrado parcialmente al tráfico. El motivo de este corte son las obras de la autovía entre Lugo y Santiago, la A-54. Los cuatro carriles de esta infraestructura pasan justo por encima de la vía de alta capacidad a unos 500 metros de la rotonda de Nadela y para colocar 12 vigas gigantescas fue necesario cortar totalmente el tráfico.

Los trabajos apenas supusieron un problema para los conductores que realizan habitualmente este trayecto y en ningún momento supusieron atascos en las inmediaciones del cruce de Nadela, exceptuando pequeñas retenciones a primera hora de la mañana.

Lo que sí supuso fue lo que se puede considerar una recuperación de sensaciones a nivel personal para numerosos conductores que hace mucho tiempo que no utilizaban la antigua carretera para ir a la capital desde Sarria o viceversa. Cruzar pueblos con limitaciones de velocidad y estar atentos en los numerosos cruces fueron algo novedoso después de dos años de no estar pendientes de esas obligaciones.

El corredor solo estuvo cortado cinco kilómetros, el tramo que va desde Nadela al cruce de O Corgo, pero la inmensa mayoría de los que tenían constancia de que iba a producirse esta anomalía en el tráfico ya optaron por utilizar por completo la vieja vía, todavía en unas más que respetables condiciones. El rodeo que tenían que dar para incorporarse en algún punto como las rotondas de Maceda o Láncara y O Páramo no les compensaba. Los lugares que sí tuvieron más tráfico fueron las rotondas de Betote y Callás, utilizadas por la práctica totalidad de conductores para circunvalar Sarrias.