Las brigadas de desbroce, en el paro

Xosé Carreira LUGO/LA VOZ.

LUGO CIUDAD

Los cuidados jardines privados de las traseras de San Froilán no vencen la maleza y el mal estado de muchos edificios entre San Fernando y la Porta do Hospital

27 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Si no tuvieran más trabajo que el que les dan en la ciudad, es posible que los trabajadores de empresas y brigadas de desbroce estarían permanentemente en el paro. Y la verdad es que la Muralla de Lugo les daría para meses de trabajo. Quizás llegue algún día algún Plan E contra la zarza en el monumento patrimonio de la humanidad pero, por ahora, los visitantes han de seguir sufriendo las aberraciones visuales que pueden apreciarse en forma de desastres arquitectónicos o maleza por las cuatro esquinas.

El recorrido de hoy vuelve a ser breve pero intenso en cuanto a feísmo. Comprende desde la Porta de San Fernando a la del Hospital. Se trata de un itinerario de poco más de quinientos metros no exento de chicha.

Los comienzos son prometedores porque realmente hay que felicitar a los propietarios de varias casas de la calle San Froilán que tienen trasera hacia el monumento. Se preocuparon desde siempre por habilitar en sus terrenos unos pequeños jardines que, en algunas épocas del año son una delicia para quienes recorren el adarve. Creo que en más de una ocasión los que cuidan y atienden estos espacios verdes se desanimarán al comprobar como justo al lado de estos tienen una verdadera selva en la que hay edificios con tejados caídos o simplemente sin ellos. El feísmo es el mal de la muralla lucense que se extendió por muchas zonas de la ciudad.

Pasada la Porta Nova hay un conjunto que no tiene desperdicio. Se trata de las traseras de al menos tres casas que son un verdadero desastre y causan pavor a los visitantes que acceden precisamente en uno de los puntos más concurridos de todo el recorrido.

El desolador recorrido se completa con un solar lleno de maleza, pero por fortuna no todo iba a ser malo. Pronto llega el canil, que presenta un buen aspecto y, por fortuna, para mantener a raya la maleza a continuación llega el patio del instituto de la calle Xoán Montes. El itinerario está a punto de finalizar pero, desgraciadamente, lo peor todavía está por llegar.