Un tramo del Miño casi está muerto por la contaminación y por una enfermedad, según Adega
LUGO CIUDAD
El tramo del río Miño que coincide con el coto de pesca de Areas casi se puede considerar muerto en cuanto a la fauna piscícola, según afirmaron representantes de la asociación ecologista Adega en una concentración de pescadores celebrada ayer por la mañana. El coto abarca desde las proximidades de la estación depuradora de aguas residuales de Lugo hasta la zona de Areas, a la altura del puente del cinturón comarcal, en A Mota, lugar en el que se celebró la concentración. Ecologistas y pescadores desplegaron pancartas e intercambiaron información y opiniones sobre los problemas ecológicos y medioambientales del río. Los pescadores afirmaron que es un contrasentido mantener un coto de pago en una zona en la que ya no hay truchas. Benxamín Cela, ecologista y un veterano pescador desde la infancia, aseguró que el día 18 de agosto había en el río decenas de miles de peces muertos desde la altura de Frigsa hasta el lugar en el que fue la concentración, incluso en el tramo final del río Neira. También denunció la muerte de muchos de pequeño tamaño a la altura de A Fervenza. Cela manifestó que llevó a analizar muestras y que aún no tiene los resultados, pero está seguro de que están afectados por la virósis primaveral, ya que tanto los muertos como muchos de los que aún quedan tienen manchas en la piel. Se trata de una enfermedad que aparece en la primavera y aparentemente remite el final del verano, pero no desaparece. Los peces pueden convivir con ella, pero las truchas acaban muriendo. Los ecologistas consideran que el estiaje influye, pero atribuyen un alto porcentaje de la situación a la presencia de productos químicos en el agua. Argumentan que también desaparecen los invertebrados que hay pegados a las piedras, de los que se alimentan los peces. Los pescadores hablaron de la posibilidad de hacer una manifestación más adelante.