Barraquistas amenazan con no acudir al San Froilán si el Concello no negocia

B. Lázare LUGO

LUGO CIUDAD

ÓSCAR CELA

Los profesionales quieren rebajas en las tasas y que haya una jornada dedicada a los niños Fijan el 9 como día límite para el acuerdo, porque acaba el plazo para abonar las tasas

01 sep 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Las fiestas de San Froilán se quedarán este año sin barracas si el Concello no accede a negociar con los profesionales del sector, según confirmaron ayer tras mantener una reunión con la concejala de Cultura a primera hora de la tarde. Según afirmaron, la decisión es firme y el plazo para llegar a un acuerdo remata el próximo día nueve, fecha que el organismo municipal también fijó como límite para que hagan efectivo el importe correspondiente a las parcelas que ocuparán en el recinto ferial. Los propietarios de los carruseles y demás barracas dedicadas al entretenimiento quieren negociar fundamentalmente tres aspectos. En primer lugar, pretenden que el Concello rebaje el incremento que les aplica este año en las tarifas, cifrado en un 15 por ciento, ya que al aumento ordinario sumó un 10 por ciento debido a que no presentaron ofertas en la subasta realizada a principios del verano. En segundo lugar, quieren que les dejen celebrar el «día del niño», una vez finalizadas las fiestas, fecha en la que ofrecerán fichas a todos los niños con un descuento del 50 por ciento, como ocurre en otras muchas ciudades. Por último, inciden en la vieja reivindicación de que se elimine la subasta de los puestos. Con respecto a esto último, los barraquistas aseguran que Lugo es el único lugar en que se celebra ese sistema de adjudicación, que consideran muy perjudicial. Según afirmaron, la reunión mantenida ayer por sus representantes con la concejala de cultura, Concepción Burgo, fue un fracaso. Criticaron especialmente la actitud de una funcionaria, a la que le atribuyen el control de todo lo relativo a las barracas y de tener una influencia decisiva sobre la concejala. Afirmaron igualmente sentirse ofendidos por haber sido calificados de chantajistas. Dicen que los responsables municipales están convencidos de que ganan mucho dinero, en contra de la situación real. Afirmaron que están al límite, porque en los últimos cuatro años les incrementaron las tarifas un 40 por ciento. Aguantaron porque tuvieron la suerte de que no llovió, pero si hubiese hecho mal tiempo hubiese sido una ruina total, según aseguran .