El matador de toros gallego

Carlos Fernández A CORUÑA

LUGO CIUDAD

Personajes coruñeses | Alfonso Cela Vieito Pasó de pinche en una carnicería de Madrid a triunfar como torero en las mejores plazas de toda España, compartiendo cartel con los grandes diestros del momento

29 mar 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

El único matador de toros que ha dado Galicia fue un habitual visitante del coso taurino coruñés. Su figura, además, resulta entrañable, por su procedencia modesta en unos tiempo de penuria. Había nacido en 1885 en Láncara (Lugo). A los 11 años se fue a Madrid y comenzó a trabajar de pinche en una carnicería. El inductor de su afición taurina fue su tío Gaspar. Pronto empezó a participar en capeas por los pueblos de la Alcarria. La primera novillada de Celita, su nombre torero, tuvo lugar en Segovia, consistiendo el premio en un capote de paseo valorado en 6 pesetas. Debutó en Madrid en 1908 en la plaza de Tetuán de las Victorias, alternando con Adolfo Guerra, Minerito, Llavero y Patolas. El triunfo le sonrió y toreó varias corridas durante 1909. Su presentación en la primera plaza madrileña, sita en la carretera de Aragón, tuvo lugar el 2 de febrero de 1910, saliendo a hombros. Pasodoble Toma la alternativa en A Coruña el 15 de septiembre de 1912, con ganado de Flores. La banda de música interpretó el pasodoble Celita y el matador cortó una oreja. La Voz escribió: «Ya tenemos un matador gallego». Consiguió buenos triunfos en las plazas más importantes del país. Destacaron dos actuaciones: una en la plaza El Sport de Barcelona (hoy la Monumental), el 12 de julio de 1914, cuando se encerró en solitario con seis toros de Pérez de la Concha y mereció unos ruidosos elogios del famoso crítico aragonés Don Ventura. Cortó seis orejas y salió a hombros. El segundo éxito fue en la Maestranza de Sevilla, en una corrida de Pahla. El público estaba metiéndose con Celita, cantándole muiñeiras y gritándole «gallegaso». Al final, lo llevaron a hombros hasta el hotel. Su despedida fue el 25 de junio de 1922, en Madrid, con ganado de Antonio Pérez. y teniendo por compañeros a Nacional y Victoria Roger, Valencia II . Su último toro fue Catalán , al que se le dio la vuelta al ruedo, figurando su cabeza disecada en casa del matador. En el Cossío , la biblia taurina, se escribió sobre el torero gallego: «Fue un hombre bonísimo, de muy clara inteligencia, de extremada modestia, de amistades íntimas invariables y querido de todos». Celita falleció en Madrid el 26 de febrero de 1932.