Una disputa vecinal acaba con el alcalde de Láncara denunciado por cohecho

A. S. / U. C. LUGO / LA VOZ

LÁNCARA

Miguel C. P., el denunciante, muestra el espacio que ha quedado en el acceso a la casa en la que vive con su familia, en Láncara. Él alega que la ambulancia no puede pasar cuando los sanitarios van a atenderlo.
Miguel C. P., el denunciante, muestra el espacio que ha quedado en el acceso a la casa en la que vive con su familia, en Láncara. Él alega que la ambulancia no puede pasar cuando los sanitarios van a atenderlo. ALBERTO LÓPEZ

Todo empezó en el 2018, cuando la mujer de Miguel llegó a Láncara para cuidar a la madre del empresario

11 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde el mes de diciembre del año 2021, una carretilla elevadora bloquea el acceso a la vivienda de Miguel C. P. Junto a su pareja y su hija, reside en una casa de A Pobra de San Xiao (Láncara). La imposibilidad de entrar en su terreno a través de la vía principal es la última consecuencia de un conflicto vecinal que le ha llevado a denunciar en el juzgado al alcalde socialista de Láncara, Darío Piñeiro, y a un empresario de la localidad, M. S. L.

Todo empezó en el 2018, cuando la mujer de Miguel llegó a Láncara para cuidar a la madre del empresario. Como muestra de buena fe, la empadronó en esa vivienda. Sin embargo, fue despedida en enero del 2021. «Le debe 12.000 euros», dice el afectado, por lo que ha dejado de pagar el alquiler.

Entonces, la familia denunció al empresario. No por el despido, sino por «tratar de coaccionarnos para que dejemos la casa aparcando una carretilla en el acceso de la finca, impidiendo el paso de la ambulancia que me tiene que atender cada cierto tiempo por mi discapacidad física», dice Miguel. Según la familia, esta máquina está situada en la vía pública, por lo que denunciaron al alcalde de Láncara, Darío Piñeiro, por prevaricación y cohecho. Según ellos, les ha negado ayudas y no ha resuelto el problema para no perjudicar al empresario.

Los denunciados niegan su versión

El alcalde de Láncara se limita a decir que se trata de «un asunto persoal entre o dono da casa e os inquilinos». Sobre la denuncia que pesa contra él, especifica que «non ten base ningunha» porque «revisamos os informes e a máquina está en terreo privado, polo que o dono da casa pode deixala aí». El empresario alega que el inquilino «quere vivir pola cara» y que «a súa muller ocultaba que cobraba o paro mentres traballaba coidando á miña nai».