Así es la Casa Grande de Láncara: un pazo del XIV que conserva todas sus estancias tradicionales

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LÁNCARA / LA VOZ

LÁNCARA

El enclave, ahora dedicado a eventos, es una cápsula de la historia que representa la antigua vida de la nobleza gallega

16 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En medio del núcleo urbano de A Pobra de San Xiao se esconde un tesoro de 2.500 metros cuadrados. Es el Pazo Casa Grande, que se ubica entre las casas de la capital de concello de Láncara, un emplazamiento poco común para una vivienda señorial de grandes magnitudes pero justificada por la gran vinculación de la familia con el pueblo lancarés.

El origen del histórico edificio es medieval, del siglo XIV, y su diferenciación y exclusividad es que conserva todas las estancias tradicionales así como muebles antiguos. El portón de entrada, que es lo único que sobresale entre el alto muro de setos que disimulan el gran pazo, deja ver en un primer vistazo los escudos de la familia. Desde el siglo XIV, la Casa Grande de Láncara lleva el apellido Quiroga y ha sido esta estirpe la encargada de conservar una muestra de la historia de Galicia. El pazo incluso resistió a la guerra Os Irmandiños porque la aristocracia que entonces vivía en él fue benevolente con las demandas de los campesinos.

Entre los antepasados de la familia Quiroga que nacieron y vivieron en Láncara destacan personajes de la política española, como Benigno Quiroga López Ballesteros, que fue gobernador de Filipinas y Ministro de Gobernación durante el reinado de Alfonso XII. Su madre era hija de Luis López Ballesteros, Ministro de Hacienda en la época de Fernando VII.

Por su carácter noble, el pazo fue visitado por importantes figuras de la clase gallega, como los Condes de Amarante, García Ozores y López de Lemos, o la escritora y condesa Emilia Pardo Bazán. Entre todos los integrantes de la familia Quiroga destaca el recientemente fallecido Fernando Quiroga y Piñeiro ya que fue quien tomó la iniciativa de reformar, poco a poco, el pazo en su totalidad guardando su tradición. En los tiempos más recientes, la vinculación del propietario del Pazo con el pueblo fue la cesión al Concello del terreno del Campo da Feira, que colinda con la finca.

Construcción autosuficiente

Los 2.500 metros cuadrados de vivienda conservan la edificación medieval cuyas instalaciones se fueron adaptando a cada época hasta crear un pazo totalmente autosuficiente, ya que sus habitantes desarrollaban su vida solo dentro de la vivienda y a ella también acudían los campesinos. Es una construcción tradicional hecha con piedra, madera y pizarra y ubicada en una gran finca, en la que se reparten las típicas estancias como establos, bodegas, palomares y una capilla propia. Este edificio religioso cuenta con pinturas que representan las distintas etapas de Vía-Crucis, retratos de personajes de la historia del Pazo y una reliquia de la Santa Cruz. Desde su construcción, cuenta con permiso de la Iglesia Católica para oficiar misa.

El recorrido por el Pazo Casa Grande permite hacer un viaje en la historia y conocer cómo era la rutina de la nobleza gallega desde la época medieval. Además, la familia conserva numerosos muebles y utensilios antiguos —algunos de ellos están expuestos—, lo que muestra la evolución de la producción de alimentos y el trabajo agrario en Galicia.

Lareira de 200 metros y pozo

La planta baja del pazo es donde se han reformado, una por una, todas las estancias de uso común. En la planta superior se ubica la vivienda familiar. Entre las salas que se conservan se encuentra un antiguo almacén de utensilios de trabajo de labranza o cuidado del ganado, que ahora están colocados como una especie de exposición. También se acondicionó el granero, la bodega o los establos. Estos dos últimos, por su amplitud, ahora están decorados con maquinaria antigua, pero también con mesas de comedor para poder ser utilizadas. Además, como añadido especial, cuentan con piezas de colección del dueño del pazo de alto valor.

Entre las estancias que mantienen su uso histórico sobresale un pozo de agua natural y una cocina con su lareira de unos 200 metros cuadrados. Esta tradicional sala sigue equipada con todos los utensilios antiguos con los que se realizaba la matanza y al lado está ubicada una despensa independiente donde se guardaban los jamones, el chorizo o las morcillas.

La única manera de visitar el interior es a través de alguna celebración privada

El enclave del pazo y su historia no está abierto al público para su visita, ya que todavía conserva una parte privada para la vivienda familiar, pero desde hace años es una sede de organización de eventos. Una etapa que fue inaugurada con la boda de uno de los hijos de Fernando Quiroga.

La Casa Grande de Láncara acoge celebraciones en unas nuevas instalaciones preparadas exclusivamente para los actos. El comedor se encuentra en el antiguo establo de los caballos junto al que se construyó el gran salón conservando materiales antiguos. Por ejemplo, las lámparas están conformadas por la rueda de los carros.

Además, las estancias tradicionales del pazo que han sido reformadas también pueden ser utilizadas. De hecho, los novios, por ejemplo, pueden decidir para qué emplear cada una de las salas.