Láncara quiere las miles de toneladas de piedras de la vía que levanta el ADIF

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LÁNCARA

Xosé Carreira

El balasto que ahora sobra tendría que ser descontaminado para ser reutilizado

07 sep 2018 . Actualizado a las 10:38 h.

En los 8,4 kilómetros de vía que quedaron abandonados entre los municipios de O Corgo, Páramo y Láncara como consecuencia de la nueva variante ferroviaria de Pobra de San Xiao hay miles de toneladas de balasto. Se trata de las piedras sobre las que se asentaban los raíles que estaban sobre las traviesas de cemento y antaño de madera. Puede que haya según algunos cálculos, más de 80.000 en el tramo, aunque este dato no resulta fácil de precisar. En algunos trayectos de reciente construcción fueron utilizados más de nueve mil toneladas por kilómetro. Se trata de un eslabón clave entre las traviesas y la plataforma.

El Concello de Láncara estaría interesado en quedarse con ese material si el ADIF se lo cede. Lo utilizaría para la construcción de nuevas pistas y la mejora de otras. Sin embargo, tanto la posible entrega como aceptación de ese material tendría algunas complicaciones. Necesita una descontaminación, según expresó ayer el alcalde lancarés, Darío Piñeiro.

El regidor dijo que la institución que preside está interesada en quedarse con algunos materiales que actualmente están siendo arrancados de la vía que ya no tiene uso, pero los técnicos le expresaron que tendría que pasar un proceso de descontaminación. Incluso este trámite sería preciso en caso de dejar un tramo de vías delante de la estación de tren, algo que parece que no va a ocurrir ya que el único vestigio que parece va a quedar en A Pobra de San Xiao del paso del tren será la vieja estación.

En diversas publicaciones especializadas se explica que el balasto ha de ser limpiado. La operación se denomina desguarnecido. La mezcla de piedras que facilitan el drenaje de las aguas de lluvia, amortiguan y reparten de forma uniforme la carga de los vagones sobre la vía, entre otra serie de acciones, se va contaminando con el paso de los años por motivos diversos.

La contaminación se debe a las circulaciones ferroviarias que provocan roturas, desplazamiento y sobre todo abrasión de las piedras. También hay filtraciones desde la plataforma y otros factores ambientales externos.

Los organismos titulares de las vías contratan con empresas especializadas la descontaminación. El desguarnecido lo llevan a cabo máquinas apropiadas que limpian las piedras sin desmontar las vías, removiendo el balasto contaminado.

Por ahora no se sabe qué futuro tendrá el balasto de este tramo de línea que está siendo desmantelado. Los carriles y las traviesas son amontonadas en diversos puntos. Los semáforos y las señales quedan almacenados en las proximidades de la estación.

Entrevista con el ADIF

La próxima semana, el alcalde de Láncara tiene previsto desplazarse a Madrid con la finalidad de mantener una entrevista con directivos del ADIF. Abordará las cuestiones antes reseñadas, pero el objetivo preferente es la cesión, de una vez por todas, de la vieja estación que está actualmente cerrada. Durante algún tiempo parece que tuvo inquilinos en el primer piso pero actualmente estaría vacía, según señalaron algunos vecinos de A Pobra de San Xiao.

El Concello de Láncara quiere la estación porque considera que puede sacarle partido. En algún momento se comentó la posibilidad de establecer un centro cultural o algún tipo de instalación de uso vecinal. En la localidad, un amplio sector vecinal está a favor de que la estación sea para el pueblo y que se haga una zona verde en el tramo de la vía.

El material podría servir a la entidad municipal para hacer pistas o repararlas