El restaurante de Guitiriz famoso por sus callos que triunfa con sus tapas creativas

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS GUITIRIZ / LA VOZ

GUITIRIZ

Yolanda y Silvia Calvo Castro, de izquierda a derecha, son ya la tercera generación del negocio.
Yolanda y Silvia Calvo Castro, de izquierda a derecha, son ya la tercera generación del negocio. SUSO PENA

El Merendero, de la parroquia de Os Vilares, ha vuelto a ganar el concurso local de tapeo

20 mar 2023 . Actualizado a las 21:17 h.

El Merendero, restaurante situado en la parroquia de Os Vilares, tiene una acreditada fama por sus callos, pero también sobresale por sus tapas creativas. Los callos atraen a numerosa clientela todo el año; las tapas creativas tienen una presencia más reducida, pues se preparan durante el certamen de tapas, que organiza la asociación de hosteleros del municipio.

El concurso ha vuelto a celebrarse este año tras un parón de varios años que se inició en la pandemia. El Merendero volvió adonde solía, al primer puesto. La tapa que presentó era una milhoja rellena de carne, con características que explican las dos responsables del negocio, las hermanas Yolanda y Silvia Calvo Castro. La primera está al frente de los fogones, y la segunda, del comedor.

Silvia Castro explica que en el concurso de tapas se busca precisamente una elaboración diferente, lo cual ayuda a entender, por ejemplo, que la preparación llevase un espolvoreado de almendra tostada. El resultado final tiene la firma de su hermana como cocinera, pero también un visto bueno colectivo. «A tapa próbaa todo o equipo, pero o corazón está na cociña», dice.

La elaboración que se presenta al concurso es el resultado de un esfuerzo. «Para chegar á tapa final, fixéronse tres ou catro versións», afirma. Todo el tiempo y el trabajo dedicados se dan por bien empleados cuando al final se gana el concurso, como admite Yolanda Castro. «A tapa dá moito traballo porque ten moita elaboración. Non é só a presentación», explica. Si gusta al público, como suele ocurrir, puede pensarse que merece la pena. «Se a todo o mundo lle gusta a túa tapa, sentes que o teu traballo é recoñecido», dice.

Tercera generación

Las dos hermanas son ya la tercera generación de este negocio de hostelería. Ellas continúan tras haber aprendido de su madre, Segunda Castro, y esta heredó el dominio de los fogones de su madre, Carmen Rivas, Silvia Calvo admite que un restaurante implica unas horas de trabajo que requieren una cierta vocación. Ella, por su parte, explica cuál es la clave para contentar a los muchos comensales que acuden al negocio: «Vía a miña nai, e fágoo igual ca ela», comenta.

También reconoce que una tapa creativa como la suya también tiene puntos en común con la cocina tradicional: por ejemplo, la carne usada para la de este año era raxo, aunque con una presentación distinta de la habitual.