El pantano tiene muy bajo nivel tras vaciarse y llevarse el agua por baipás
30 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El embalse de San Juan, que abastece al casco urbano de Guitiriz y a los alrededores, ofrece estos días una imagen muy diferente a la habitual que además, por sus causas, resulta insólita en el tiempo que lleva construido, casi 40 años. El bajo nivel que muestra el pantano no se debe a una prolongada sequía sino a la utilización de un baipás que conecta directamente los manantiales con la conducción que va a los depósitos, ya en las afueras del casco urbano.
Desde que se construyó el embalse, fruto de la preocupación de la corporación salida de las elecciones de 1979 por mejorar el abastecimiento y evitar problemas de suministro que solían darse en verano, hubo alguna vez en la que un largo estiaje ofreció una imagen parecida a la de estos días. En este 2020, cerca de la mitad del invierno tras un otoño muy lluvioso, la estampa del pantano ha servido para comprobar la validez del baipás construido hace semanas.
Esa obra fue acordada por el gobierno local para intentar buscar una solución a los problemas de turbidez que se han repetido en los últimos años. En el pasado 2019, incluso fue necesaria tomar la decisión de prohibir el consumo del agua de la traída, al detectarse un alto nivel de hierro en los análisis encargados. Por considerarse que el paso del agua por el pantano era la causa de ese alto nivel, se abordó la obra del baipás para lograr una conexión con la que el agua pudiese llegar a la red de conducción sin entrar en el embalse. La construcción, iniciada a finales de octubre, tuvo un presupuesto de unos 55.000 euros.
Compuerta abierta
El bajo nivel del embalse es resultado de la apertura de una de las compuertas. La poco habitual imagen de estos días ha permitido a algún vecino ver restos de árboles talados o de cierres de fincas que fueron inundadas cuando se construyó el embalse, que recoge agua de manantiales del cordal de Montouto, límite de Guitiriz con Aranga.