Identifican un muerto de la Guerra Civil por un mensaje en una botella

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

GUITIRIZ

PALACIOS

El fallecido era un hombre de A Coruña que fue enterrado en una fosa en Guitiriz, a poca distancia de la carretera N-VI

06 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Suele ocurrir que alguien encuentre un mensaje dentro de una botella lanzada a miles de millas o de kilómetros de distancia. Un recorrido influido por el azar o por otras circunstancias acaba por propiciar que el promotor del mensaje encuentre un destinatario, aunque sin saberse cuánto puede tardar esa peculiar correspondencia.

Otras veces, en cambio, un mensaje en una botella termina por cumplir su función tras un viaje que se realizó más por el tiempo que por el espacio. Así, en el municipio de Guitiriz, en la zona de la comarca de la Terra Chá que toca con A Coruña, apareció un mensaje que llevaba más de 80 años esperando que alguien lo leyese. El hallazgo ha resultado decisivo, pues ha permitido identificar una persona que falleció durante la Guerra Civil. Se trata de Edmundo Peinado Ponte, un coruñés que tenía 27 años en el momento de ser fusilado, en 1936.

Como el de otros represaliados por sus ideas republicanas, el cuerpo de Edmundo Peinado Ponte acabó en una fosa, de forma casi cuadrada, de la parroquia guitiricense de Santa Mariña de Lagostelle situada entre la iglesia y el cementerio de ese lugar, a unos 500 metros de la carretera N-VI.

La botella con el mensaje apareció durante la exhumación de una fosa en la que estaban los restos de Edmundo Peinado y de otras siete personas. Seis fueron enterrados en ataúd y dos estaban sin féretro. La botella, que estaba a menos de un metro de profundidad y cubierta por piedras, corresponde a una empresa que elaboraba entre otros productos agua de Valencia —cóctel que lleva zumo de naranja, cava, vodka y ginebra—. Aparecieron otras dos botellas con anotaciones dentro, aunque de forma diferente a esa. Su estado de conservación era más deficiente, lo que impidió aprovechar lo que tenían escrito.

Las tres botellas estaban rotas por el cuello. Los promotores de la exhumación, pertenecientes a la Asociación por la recuperación de los desaparecidos en el franquismo (ARDF), consideran que las piedras colocadas sobre la tumba y los más de 80 años pasados desde el enterramiento causaron esa rotura y la entrada de agua y de tierra en los envases, por lo que se deterioraron dos de los tres mensajes colocados.

El mensaje que aún podía ser leído se sometió a un tratamiento de control térmico que le quitó la humedad. Por indagaciones previas de la mencionada asociación, también se sabe el nombre completo de otros tres enterrados (Antonio González Costa, Ángel Rilo Raposo y Luis Palleiro Freire) y el nombre de un cuarto (Fermín). Lo que se ignora es quién colocó dentro de la tumba la botella con el mensaje que ahora, más de 80 años después, ha terminado su viaje y ha aportado estos valiosos datos.