La alcaldesa de Guitiriz anuncia su marcha de la política con la contratación de las obras en la Casa da Boticia
22 mar 2019 . Actualizado a las 19:49 h.«Traballei 16 anos en política. Todo en un límite. Hai que renovar». Así se manifestó este mediodía la alcaldesa de Guitiriz, Regina Polín, para explicar su decisión de apartarse de la 'primera línea de la política local tras cuatro mandatos. Con tres etapas al frente del consistorio (del 2003 al 2011 y desde el 2015) y una en la oposición (del 2011 al 2015), esas palabras se pronunciaron en la Diputación, escenario de una noticia que ha dominado los últimos años la vida guitiricense.
El presidente del organismo provincial, Darío Campos, informó de la decisión de contratar las obras de la Casa da Botica para su transformación en residencia de la tercera edad. La restauración del céntrico inmueble, situado frente a la Casa do Concello, dotará al municipio de una residencia con 52 plazas. No tendrá centro de día, ya que Guitiriz cuenta con ese servicio, trasladado hace semanas a una antigua casilla de peones camineros, cedida al Concello y ubicada en las afueras de la localidad, tras haberse funcionado durante años en un bajo del casco urbano.
La conversión de la Casa da Botica en geriátrico es una aspiración del Concello desde el mandato 2007-2011. No obstante, el gobierno local del pasado mandato, con el popular Xosé María Teixido al frente, rechazó esa idea y por ese motivo protagonizó sonoras polémicas con la Diputación, entonces presidida por José Ramón Gómez Besteiro.
Tres mandatos en el gobierno
Regina Polín encabezó por primera vez la lista del PSOE en el 2003, año en el que accedió a la alcaldía sin mayoría absoluta. La logró en el 2007 y la perdió en el 2011, cediendo entonces la presidencia de la corporación al popular Xosé María Teixido, que consiguió el apoyo del concejal Jesús Veres, fuera del PSOE desde cuatro años antes. Tras cuatro años en la oposición, a Polín le llegó el regreso al gobierno local en el 2015, aunque sin mayoría absoluta.
Jesús Veres, que ejerció una dura oposición a Polín del 2007 al 2011, continúa también en la corporación, aunque sus relaciones con la alcaldesa son ahora menos ásperas.