«El fútbol me dio valores»

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

GUITIRIZ

SUSO PENA

El ex jugador del Lugo Miguel Ángel Álvarez, Míchel, cree que los futbolistas necesitan formación para el mundo del profesionalismo

06 ago 2018 . Actualizado a las 21:51 h.

Salir de clase, comer un bocadillo, ir al entrenamiento, volver a casa... He ahí una rutina que siguió durante años el protagonista de esta entrevista, aunque conviene explicar ciertos detalles: vivía entonces en Guitiriz e iba y venía a Lugo cuatro veces por semana para entrenarse, lo que da una idea del esfuerzo que realizaba. Llegó a debutar en Primera Divisón, jugando con el Logroñés en Riazor; pero una lesión de tobillo, recuerda, condicionó su trayectoria.

-Puede suponerse que el fútbol, en su caso, empezó siendo una vocación y se convirtió en su profesión. ¿Resulta difícil ese cambio?

-Viene rodado. Cuando fui al Lugo, fue una experiencia nueva. Iba a entrenarme al salir del instituto, pero me lo tomé como un reto personal. En el último año de juvenil me vi entre profesionales como [Óscar] Cacharrón o [José Antonio] Alvite y jugando de titular, y dije ‘pues algo tendré’. En el fútbol, además de calidad, tiene que haber alguien que apueste por uno. Si Raúl [González], con 17 años, no hubiese tenido, en el Real Madrid, alguien que apostase por él, no habría tenido esa trayectoria. En mi caso, fue [Luis] Rodríguez Vaz el que apostó por mí.

-¿Cómo se reacciona alguien que se convierte en profesional siendo muy joven?

-No es fácil. Yo lo tomé como una experiencia personal; no lo vi como una meta económica sino como un aprendizaje: me marchaba fuera de casa, de mi entorno, e iba a aprender. Es un mundo un poco fantasioso, y a veces no estás preparado para afrontarlo. Necesitas a alguien que te diga ‘bájate de la nube’. Los futbolistas deben tener formación; yo lo veo, por ejemplo, en chavales que pasan de un equipo juvenil al profesionalismo y se pierden: es un paso complicado. Creo que habría que formar más a los jugadores para que entiendan ese proceso; hay gente para la que supone un golpe en los morros, y otra gente que lo lleva bien. Si no tienes una base, el mundo del fútbol te puede hacer perder un poco el norte.

-Uno empieza a jugar al fútbol siendo un chaval y lo deja cuando ya es un adulto. ¿Ayuda en ese tiempo el fútbol a hacerse persona?

-Sí. Convives con un grupo de personas con las que trabajas con un objetivo común. Te da valores como el sacrificio, el trabajo en equipo... El fútbol fue para mí una etapa que me dio valores y un desarrollo personal que se vive a través del deporte en general. Eso se vive también en las empresas: si la gente no tiene valores colectivos, a veces el rendimiento del grupo falla. De hecho, ahora hay empresas que llevan a deportistas a explicar cómo llevaron a cabo esa experiencia. En el deporte hay valores que si no los viviste, no los tienes.

-¿Se renuncia a cosas por el deporte, o el deporte proporciona cosas que de otro modo no se conocerían?

-Las dos cosas. Yo salía del instituto, comía un bocadillo, iba a entrenarme y volvía a casa a las 12 de la noche. Tenía poco tiempo para estudiar y para relacionarme con los amigos. Era así, pero no me costaba hacer ese esfuerzo. Luego piensas ‘perdí cosas que mis amigos sí tuvieron’; pero también tuve cosas que ellos no tuvieron; al final te compensa.

-¿Merecen la pena esos sacrificios?

-Sí. Merecen tanto la pena que nunca dejas de ser futbolista. Todavía me siento futbolista, es algo que echas de menos. Ahora estoy viviendo una etapa en la que tengo niños y estoy un poco desconectado del fútbol. Los fines de semana estoy en casa, viviendo otra etapa; pero echo de menos el fútbol, la cabeza se te va al fútbol. Un futbolista jamás deja de ser futbolista; jamás.

Elogios al estilo que permitió al club rojiblanco llegar a Segunda División

Que una ciudad con algo menos de 100.000 habitantes compita contra clubes de lugares más poblados y más potentes económicamente puede ser una sorpresa... o no. Miguel Ángel Álvarez admite que ver al Lugo en la categoría de plata del fútbol español, al lado de clubes con títulos y con participaciones en competiciones europeas en su palmarés, sorprenda, tal es la dificultad que supone mantenerse en Segunda División. En cambio, su sorpresa ya se difumina un poco si recuerda el trabajo de Carlos Mouriz como director deportivo y de Quique Setién como entrenador. «Hay clubes que se empiezan por el tejado; el Lugo empezó a crear base, un estilo de juego», dice. «Por eso me sorprende y no me sorprende. No sé cómo será el futuro, porque el mundo profesional es complicado», agrega.

Añoranza de años en los que veía con su padre partidos del Guitiriz

Deporte, competición, espectáculo... Todo eso y mucho más es el fútbol, que también, explica Miguel Ángel Álvarez, se reduce a algo más sencillo y menos dramático. «El fútbol es habilidad con una pelota. A veces los resultados no llegan, y no lo entendemos, y ahí el fútbol pierde», dice. Son palabras de quien desarrolló la afición en su niñez, yendo a ver partidos del Guitiriz con su padre: «Era algo precioso; esos años los recuerdo con mucha añoranza», afirma. Luego le llegó la oportunidad de jugar contra profesionales de más edad y de más experiencia: «Los primeros momentos son de nervios y de respeto», confiesa. «Luego te das cuenta y dices ‘son personas igual que yo’», explica.