La primera harina ecológica se muele en Guitiriz

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

GUITIRIZ

óscar cela

La fábrica lucense es la primera del Noroeste de España que obtuvo una certificación de este tipo

05 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La fábrica de harinas A Callobresa, de Guitiriz, que empezó a funcionar a finales del año 2013, acaba de presentar en sociedad la primera harina ecológica certificada de trigo de la variedad autóctona Callobre. Los hermanos Pelayo y Pablo Álvarez eligieron la Feira de Artesanía e Deseño de Outeiro de Rei para dar a conocer este nuevo artículo porque la producción está localizada en esta zona. Lo cultiva la empresa Volta o Sacho, que el año pasado sembró 14 hectáreas, que han permitido a la fábrica guitiricense sacar al mercado una producción muy limitada: 2.750 kilos certificados.

La producción limitada de esta harina, que según Pelayo Álvarez, mejora el sabor de todo aquello para lo que se usa, tanto en repostería como en panadería y cocina, y se conserva más tiempo, condicionó el envase con el que se presenta públicamente. A Callobresa, la única harinera ecológica certificada en el Noroeste de España, se esmeró en la presentación del producto que distribuirá en tiendas especializadas y que llevará a las ferias a las que acuda el Craega (Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia). Eligió un tarro de cristal, transparente, reutilizable, que contiene 1,2 kilos de harina, para el público no profesional y un saco de 25 kilos, que está diseñado especialmente para el sector panadero.

Calfensa, pionera

«Llevamos dos años trabajando en colaboración con Volta ó Sacho -señaló Pelayo Álvarez para sacar adelante esta primera producción, que es el fruto de 20 años de trabajo e investigación para recuperar el trigo gallego de la variedad Callobre». «Empezó Calfensa -explicó el empresario- en colaboración con el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo, a raíz de la firma de un convenio con la Federación Gallega de Panaderos y la Xunta para recuperar variedades de trigo gallegas. Nosotros recogimos el testigo hace diez años para registrar Callobre».

El centro de Mabegondo se encargó de la selección y mejora de los biotipos del trigo.

La fábrica de harinas de Guitiriz está ahora desarrollando un proceso similar con otra variedad autóctona el trigo Caveiro, que está todavía en fase de certificación. «Esta producción ha sido pequeña -señaló en relación al producto que presentan ahora en el mercado- porque llevamos varios años climáticos difíciles para el trigo». «En agricultura hay años buenos y malos y los últimos no han sido de los mejores», añadió.

Esta exclusividad del producto se refleja no solo en la calidad, sino también en el precio. El kilo cuesta 4,15 euros. El empresario insistía ante los posibles clientes que se acercaban al puesto en la feira de Outeiro que este tipo de harina la probaron, con muy buenos resultados, para elaborar pizzas, magdalenas -de hecho los hermanos llevaron para demostrarlo unas elaboradas esa misma mañana- bizcochos y filloas, entre otras aplicaciones, además de los rebozados. 

Salvado para desayunar

En la presentación pública tenían otro producto a la venta, el salvado, que cuando en Galicia se cultivaba masivamente trigo, se destinaba a la alimentación del ganado. «Yo lo desayuno todos los días -señaló el empresario- porque tiene mucha fibra y proteínas. Suele usarse en sustitución de la avena». Este otro producto es más barato. El bote cuesta 2,50 euros.

La certificación del Craega la obtuvieron hace unos meses y ahora han iniciado la comercialización del producto. La empresa, según reconoció Álvarez, ya ha visitado tiendas especializadas de la provincia de Lugo y en una segunda fase recorrerán toda Galicia y las ferias. Disponen de una página web, a través de la que también esperan empezar a vender dentro de poco este tipo de harina.

A Callobresa incorporó este producto recientemente a su producción. Su actividad principal está basada en la harina de otro trigo Callobre, el convencional, del que disponen de 400 toneladas para comercializar este año. Sus clientes son panaderos artesanales gallegos. La empresa de Guitiriz está abriendo mercados también en Madrid y en Asturias.

En las instalaciones de la empresa en Guitiriz conservan los molinos tradicionales, a los que incorporaron las últimas tecnologías.