Y de las pinturas, ¿qué hay?

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA / LA VOZ

GUITIRIZ

El cura de Labrada, inquieto ante la falta de inversiones en los frescos

27 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las pinturas murales de Labrada (Guitiriz) no entienden de siglas políticas, relevos en los puestos de responsabilidad política de las administraciones o plazos de cortesía que se conceden a los recién llegados a esos cargos. Por el contrario, los frescos, cuyo origen se sitúa en el siglo XV, llevan años deteriorándose sin que las reiteradas y vehementes apelaciones del párroco, Luis Rodríguez Patiño, hayan surtido efecto.

Solo la Diputación de Lugo anunció, a finales del año pasado, su disposición a colaborar en la restauración de las pinturas murales, hasta el punto de que la institución provincial y el Obispado de Mondoñedo-Ferrol firmaron un convenio por este asunto. El gobierno de la Diputación ha cambiado de siglas, de una manera un tanto inesperada, en esta misma semana, aunque el párroco tampoco había tenido antes noticias de plazos y de fondos concretos sobre la obra.

La humedad, dijo ayer, «va comiendo las pinturas por dentro poco a poco». Contra ese diagnóstico, no precisamente alentador, lanzó un aviso: «El patrimonio hay que cuidarlo», manifestó el sacerdote. En los últimos años, sobre todo en el 2013 y en el 204, fueron varias las ocasiones en las que el sacerdote denunció el mal estado de las pinturas, situación que se debe a la humedad que entra en la iglesia.

Los daños, pese a todo, no parecen todavía irreversibles. Patiño admitió ayer que una intervención encaminada a salvar las pinturas no llegaría tarde, aunque advirtió: «El tiempo corre».

El compromiso anunciado por la Diputación, que luego se trasladó a un convenio, parece considerarse firme. Incluso Regina Polín, que acaba de ser elegida alcaldesa de Guitiriz para este mandato tras haberlo sido entre el 2003 y el 2011, aseguró al párroco, como este reconoció ayer, que confiaba en que la actuación se ejecutase según lo previsto. Polín fue diputada provincial en el pasado mandato y formó parte del gobierno presidido por José Ramón Gómez Besteiro.

Un foso alrededor

Un informe técnico elaborado hace dos años, en mayo del 2013, establecía que excavar un foso perimetral, instalar un canalón de cinc y poner una bajante de chapa de cinc eran medidas correctoras. El foso iría colocado a un metro de profundidad, y su instalación se acompañaría de un drenaje con tubo de PVC y con una capa de material geotextil.

En ese informe se recogía además que con unos 12.000 euros se podrían afrontar los trabajos. Por otro lado, la Diputación anunció también, al mostrar su disposición a conservar las pinturas, su intención de acondicionar el entorno del templo.

Negativas oficiales a ayudar

El valor de las pinturas murales, que contienen numerosas alusiones bíblicas y que parecen haber sido elaboradas con un claro fin didáctico, no se ha correspondido hasta ahora con una respuesta concreta de las administraciones. La subdirección del Instituto de Patrimonio Cultural -perteneciente al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte- contestó a la petición de ayuda mandada por el párroco que la conservación correspondía a la Xunta, si bien la administración autonómica tampoco aportó fondos.

Patiño llegó a emprender una campaña de recogida de firmas para solicitar medidas de protección y reclamar que las pinturas fuesen declaradas Bien de Interés Cultural (BIC).