Una asociación alimenta desde hace días a los perros famélicos de Friol

maría m. guntín / m. c. LUGO / LA VOZ

FRIOL

Los canes están en una finca a la espera de ser rescatados y trasladados a la perrera para su posterior adopción

20 sep 2018 . Actualizado a las 09:45 h.

Los 20 perros abandonados en la parroquia de Xiá, en Friol, están siendo alimentados por las voluntarias de Ayuda Alimentaria Animalista, según explicaron ellas mismas ayer, mientras les daban de comer a los animales a última hora de la tarde. «El otro día les dejamos casi 50 kilos de pienso para que pudiesen comer libremente y hoy quedan 45 más aquí, en sacos», señala la presidenta de la asociación, Noelia Rodríguez, que también explica que los alimentos que proporcionan a los canes proceden de las donaciones que hacen los particulares en las recogidas que organizan en distintos supermercados de la ciudad.

Una situación de maltrato

«Los cachorros tenían pocos días cuando andaban por la carretera muertos de hambre», explican desde Ayuda Alimentaria Animalista, donde relatan la preocupación ante la desesperada situación de los animales.

Los perros están en una finca cuyo único cierre es un alambre oxidado e incluso peligroso para los animales. Las voluntarias que atienden a los canes explican que suponen que beben «de algún regato de las vacas», ante la ausencia de bebederos en la parcela. Los animales siguen viviendo en la finca a la espera de ser capturados y trasladados a la protectora, para así posibilitar su posterior adopción.

 

La perra que vagaba por Gaibor-Begonte con una herida abierta en el cuello semanas pasadas ya está con una familia lucense que la ha adoptado. Ayer recibió el alta en el Hospital Veterinario HA tras un pronóstico grave, y es que cuando llegó, el can tenía una infección, lombrices, pulgas y garrapatas, así como una úlcera muy profunda en el cuello ya que alguien le ató el collar con una brida. También tenía golpes en la cabeza.

Competencia de los ayuntamientos

A pesar de ser una competencia que tienen que asumir los distintos concellos y, posteriormente, la protectora, los particulares son «los que dan la voz de alarma», explican desde la asociación que también se hizo cargo de los gastos médicos de Laica, que estuvo cinco días ingresada. La perra no tenía microchip ni estaba vacunada en el momento en el que fue encontrada. Según la actual Ley de Bienestar Animal vigente en Galicia las multas por maltrato animal van desde los 100 a los 30.000 euros.