Lo empuja por las escaleras de un depósito de agua de Friol, lo abandona herido y se fuga con las llaves de las instalaciones

TANIA TABOADA LUGO/ LA VOZ

FRIOL

Alberto López

Un septuagenario de Friol resulta herido tras una riña con su vecino por la tenencia de unas llaves

03 ago 2018 . Actualizado a las 23:14 h.

Trasladado en el coche patrulla de la Guardia Civil para ser atendido de sus heridas en la cabeza y brazo en el PAC de Guitiriz luego de que un vecino lo empujara, supuestamente, por las escaleras de los depósitos de agua de la aldea. Así acabó Suso Rodríguez Lourés, un jubilado de 74 años y que reside entre Barcelona y el lugar de A Devesa, en la parroquia de Transmonte, en Friol.

Este septuagenario, que se encuentra desde mayo disfrutando en la aldea friolesa, vivió el sábado por la tarde un acontecimiento inédito. «Sobre as cinco da tarde, viña de Ombreiro e chegando a casa, paroume un veciño. Díxome que estaba sen auga. Como actualmente son o responsable das chaves dos depósitos, díxenlle que subira ao vehículo, que iamos ata alí posto que xusto as levaba no coche», explica el septuagenario.

El problema se produjo una vez en la puerta de entrada del depósito, a la que se accede por unas escaleras. «Chegamos alí, abrinlle a porta, entrou para dentro e o depósito estaba cheo. Saíu para fora e díxome que lle dera as chaves. Díxenlle que non porque eu son o responsable destas e o depósito estaba cheo», cuenta Suso, quien relata que, en ese instante, el vecino empezó a pegar saltos desde el suelo hasta la cerradura, con el objetivo de sacar la llave de la puerta. «Como non as conseguiu sacar, subiu polas escaleiras e como son estreitas, pegoume un empuxón e caín o chan», explica el afectado, quien recuerda que antes de empujarlo le dijo: «¡Tú qué pintas aquí!» .

Según el relato de Suso Rodríguez, la caída le ocasionó serias heridas y sangraba en abundancia. Sin embargo, el supuesto agresor, huyó. «Eu no chan, sangrando por todos os lados, e o tío colle, lárgase coas chaves e deixame alí tirado», lamenta.

Tras levantarse, cogió el vehículo y se dirigió a una clínica de Guitiriz, que estaba cerrada. Cogió el móvil para llamar a los servicios de emergencia y en ese momento, un conductor, que resultó ser un policía nacional, paró el vehículo y le preguntó dónde había una gasolinera. «O home parou e preguntoume onde había unha gasolineira. Cando me veu a cara toda ensanguentada preguntoume que me pasaba. Díxenlle que fora un veciño. Nese momento sacou a placa de policía e díxome que chamaba a Garda Civil para que me atenderan», relata el septuagenario.

Según cuenta el afectado, cuando llegó la patrulla de la Guardia Civil de Guitiriz lo trasladó al PAC del municipio y los agentes le preguntaron al afectado si quería interponer una denuncia.

«Chamei ao xenro, que tamén pertence as Forzas e Corpos de Seguridade, e pregunteille se denunciaba os feitos. Díxome que por suposto, polo que puxen a correspondente denuncia», explica.

El afectado relata que su agresor es una persona conflictiva entre los vecinos y que acarrea varias denuncias. «Este home sufre problemas mentais», opina