l pasado domingo tuvo lugar la manifestación de un grupo de vecinos del concello de Friol delante de la entrada de nuestra iglesia parroquial de A Milagrosa, a la misma hora en que tenía lugar la ordenación de un nuevo diácono de nuestra diócesis. Por este motivo queremos expresar lo siguiente:
Reconocemos el derecho a la manifestación y a la libertad de expresión a toda persona, grupo o comunidad. Reivindicamos el derecho democrático y constitucional a la libertad de culto, a poder vivirlo y celebrarlo en paz, sin interferencias ni presiones. Como comunidad parroquial, ni podemos ni queremos juzgar el motivo de la manifestación ni de las consignas que se proclamaron.
Deseamos expresar el malestar de esta comunidad por la hora y el lugar ya que, sin previo aviso, consideramos que se intentó enturbiar y tensionar el ambiente previo y durante la celebración, de lo que para esta comunidad fue un día de fiesta. Lo hemos vivido como una ofensa a esta comunidad cristiana y al miembro que ha sido ordenado, su familia y amigos; partes integrantes de la comunidad parroquial de A Milagrosa, que nada tiene que ver con las pretensiones y problemas que puedan tener un alcalde, un grupo de vecinos de Friol o un sacerdote.
Vivimos con mucha tristeza como toda esta situación ha afectado al nuevo diácono, verdadero protagonista del día, a su familia y amigos. Se preguntan qué mal han hecho ellos a este grupo del concello de Friol. Dado que la manifestación, con presencia de medios, fue a las puertas de nuestra casa, a la misma hora de nuestra celebración, cabe entender dicho acto como una protesta hacia nuestra parroquia. Ante este hecho expresamos nuestra postura públicamente:
Apoyamos a nuestro Obispo D. Alfonso en todas y cada una de sus actuaciones, y le animamos para que no ceda ante amenazas y presiones de alcaldes, cargos políticos, asociaciones vecinales de cualquier índole o presiones a través de medios de comunicación y redes sociales. Le animamos a continuar resistiendo esta campaña de desprestigio y difamación contra su persona y su equipo de vicarios. Al ser valiente en la defensa de la libertad de la Iglesia está haciendo un servicio a la defensa de la libertad de las personas tantas veces coartada por aquellos que tienen poder o creen tenerlo.