Miles de personas acudieron a un certamen en el que participaron unos 85 productores artesanales de queso y 5 panaderías
23 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«Estes anos a feira foi moi boa, nunca volvemos para a casa con pan». Esta afirmación la hizo ayer Ángel, de la panadería Ángel y Claudina, minutos antes de que se inaugurase la Feira do Queixo e do Pan de Ousá de Friol, pero la comparten muchos de los 85 productores artesanales de queso y 5 de pan que participaron en la cita, según datos del alcalde, Antonio Muiña. «Vimos desde o primeiro ano e sempre nos foi moi ben», destacó Concepción Lage, de la quesería Conchy, de Madelos, ante un surtido mostrador en el que los quesos grandes empezaron costando 10 euros y los pequeños 4. «Os prezos logo axústanse, pero sempre vai moi ben», confesó Sagrario Cabo, de Xiá, al frente de un puesto en el que también ejercían de vendedores su marido, su nuera y dos nietas porque ayer había trabajo para todos. Y es que miles de personas llegadas de distintos puntos, especialmente de Terra Chá y A Ulloa, se desplazaron a Friol en el primer domingo de la primavera para disfrutar de una feria con gran solera. Muiña destacó que la cita se va profesionalizando año tras año, y aunque el número de productores baja -«empezamos con 200», recordó- se mantiene el número de piezas. Queixos Pacita, por ejemplo, acudió con 1.500. El regidor reconoció que las exigencias sanitarias complican el futuro de un certamen que a medio plazo podría convertirse «nunha gran feira alimentaria». Fuera el ambiente era óptimo, con mercadillo, música de charangas y pulpo.