La torre de Caldaloba seguirá sin cuidados

COSPEITO

Carlos Castro

El PP rechazó una propuesta del BNG en el parlamento para buscar su recuperación

24 oct 2017 . Actualizado a las 22:22 h.

La torre de Caldaloba, situada en el municipio de Cospeito y uno de los elementos patrimoniales más singulares de la comarca chairega, seguirá por ahora sin medidas concretas de la Xunta para su restauración. El BNG presentó hoy una propuesta parlamentaria encaminada a buscar medidas de recuperación de la fortaleza, pero se encontró con el voto en contra del PP.

La diputada nacionalista Olalla Rodil defendió la necesidad de tomar medidas para «recuperar e divulgar» la historia de la fortaleza. La parlamentaria subrayó que el deterioro hacía evidente la necesidad de acciones «urxentes» para paliar la «continua degradación» de la fortaleza. El BNG, recordó Rodil, ya solicitó, hace meses, medidas para frenar el «abandono» de esta y de otras fortalezas de carácter privado «en estado de abandono» para su conseguir su recuperación; sin embargo, esa propuesta, como la expuesta ayer en la comisión de Cultura de la cámara, chocó con la negativa del grupo popular.

Gestiones

En el pasado verano un grupo de vecinos ?entre ellos Xabier Moure, activo miembro del grupo Patrimonio dos Ancares? se reunieron con el alcalde de Cospeito, Armando Castosa, para exponerle la necesidad de acometer trabajos de limpieza en la zona, en tanto que el regidor mostró su voluntad de iniciar un diálogo con los dueños para lograr que la torre, con una cesión o con una donación, pasase a manos del Concello. Por ello el BNG asegura que la Xunta dio ayer «as costas» a la institución municipal, pero también «á propia torre».

En el edificio se realizaron trabajos de consolidación hace más de cien años. Desde finales del siglo XIX la ruina y el abandono han ido dañando la estructura y provocando incluso la aparición de grietas en los muros.

Relación con Pardo de Cela

Hay documentos que acreditan un origen de la torre anterior al siglo XIV. A principios del siglo XV fue comprada por un conde de la casa de Lemos; y décadas después aparece relacionada con uno de los personajes más destacados del final de la Edad Media en Galicia, el mariscal Pardo de Cela, casado con Isabel de Castro, perteneciente a esa familia. Tras ser ejecutado Pardo de Cela en Mondoñedo (1483), su viuda se refugió en la torre, que más tarde fue desmantelada sin que después llegase a recibir trabajos de rehabilitación. La torre es de planta cuadrada, tiene unos 20 metros de altura y ventanas en la fachada principal, y está protegida por unos fosos que se suponen pertenecientes a un castro. Fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en los años noventa.