Filomena, la chef de Fraga en Os Ancares

TANIA TABOADA LUGO / LA VOZ

CERVANTES

OSCAR CELA

Vecina de Cervantes, elaboraba los menús al ex presidente de la Xunta en su estancia de vacaciones en el albergue de la sierra

04 nov 2017 . Actualizado a las 20:14 h.

Los menús de Filomena dejaban a Manuel Fraga tan impresionado que a la hora de la sobremesa el ex presidente de la Xunta pedía verla para reconocerle en persona sus dotes culinarios.

Filomena Santín (Degrada, Cervantes, 1950) era la cocinera que con sus menús sorprendía a Fraga. No es para menos porque esta cervantina es una auténtica crack entre los fogones.

Todos los años, la última semana del mes de julio, Fraga acudía a la montaña lucense para descansar y para practicar una de sus aficiones: la caza. Se hospedaba en el albergue Ancares, donde Filomena trabajó más de 20 años. El último año que Fraga estuvo aquí fue en 2010, dos años antes de morir. «Comía do que había. Se lle ofrecías sopa e cocido xa non lle facía falta nada mais. O cocido e os ovos con chourizo era o que mais lle gustaba», recuerda Filomena, que lo define como una persona campechana, sencilla y nada sibarita.

Antes de ejercer de cocinera en el albergue Ancares, Filomena trabajó durante años en el restaurante Campo da Braña, otro de los lugares de parada obligada de Don Manuel para tomarse un vino. «Viña aquí para descansar e cazar pero tamén para ver e estar coa xente. Sempre facía unha visita a Piornedo e paraba a tomar un viño en Campo da Braña. Tamén organizaba unha reunión á que asistían alcaldes da zona, veciños, cazadores...», recuerda esta cocinera, que entraba a las nueve de la mañana a trabajar y salía sobre las dos de la madrugada.

A las 5.00 horas en pie

Sin embargo, Filomena no era la encargada de prepararle el desayuno a Manuel Fraga, puesto que este se levantaba muy temprano. Como un clavo, a las cinco de la madrugada estaba en pie para salir a las batidas y llevar a cabo su jornada cinegética con los vigilantes de la reserva. «Cando entraba ao albergue sempre nos saudaba. Como eu estaba na cociña, ás veces non me vía, pero sempre me chamaba e me dicía que cociñaba moi ben», relata esta mujer que indica que para el ex presidente de la Xunta siempre estaba todo bien.

Según explica Filomena, la humildad de Manuel Fraga era tal que nunca pedía un menú diferente a los demás comensales. «Eu facía de comer o que me mandaban no albergue e él era outro mais na mesa. Nunca pedía un menú diferente. Valíanlle lentellas, caldo, cocido... o que houbera. Comía pouco e para beber sempre optaba polo viño», cuenta Filomena Santín, que recuerda que después de comer, Fraga solía acostarse un rato antes de volver a su cita con el monte. A las seis de la tarde era su hora habitual de la cena.

Tras más de veinte años sorprendiendo a Fraga con sus platos, ahora está jubilada pero sigue demostrando sus habilidades culinarias en casa.

«Comía de todo pero os ovos fritos con chourizo e xamón era das súas comidas favoritas»

«Comía e cenaba pouco; ás cinco da mañá levantábase e ás seis da tarde deitábase»

«Era unha persoa moi campechana, sinxela e nada sibarita; comía do que había»