Los núcleos de población vuelven a tener agua y la avalancha de manos solidarias no llegó. La frenaron antes
22 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Cervantes trata de recuperar el pulso tras los incendios. Todos los núcleos de población vuelven a tener agua corriente, después de que reventaron con el calor del fuego algunas de las traídas, que ya están reparadas. San Martiño y Pando fueron dos de ejemplos. El último pueblo que recuperó el suministro fue Vilarello de Donís, lugar hasta el que una carroceta efectuó dos viajes por la mañana, según explicó ayer el alcalde, Benigno Gómez.
En el transcurso del incendio no solo se quemaron las traídas de aguas, alguna de ellas construidas a principios de los años 60, sino que también reventaron varios depósitos.
Por el momento, según el regidor, no han detectado ningún problema por posible contaminación de agua. «Non é fácil -dijo- porque o consumo é todo de fontes e tampouco choveu tanto como para que fixera dano os ríos».
No hubo avalancha de voluntarios dispuestos a ayudar, según confirmó el alcalde. «Xa avisamos que era contraproducente , e un perigo porque están a caer penas e hai outras soltas que poden facelo en calquera momento riba das pistas».
En busca de visitantes
El regidor, que dijo que había efectuado por la mañana un recorrido por las zonas más afectadas, reconoció que había visto algún visitante, pero caminando. «Se vexo a algún tirando sementes ou laranxas, vaime oír. Non ten sentido o que prantexan. É peor que voten sementes de especies que non son autóctonas que poden traer pragas que non necesitamos». «Agradezo -añadió- a boa vontade da xente querendo axudar na recuperación do terreo, pero iso xa están niso os que teñen que estar». «A vexetación vai volver, o que me preocupa agora -añadió- é que a xente que ten o gando fora e a que lle arderon as fincas non poida pastorear en tres anos». «¿Que lle van facer as vacas? Non lles vai quedar máis remedio que vendelas, se non cambia a cousa e lles deixan levar o gando as fincas».
«Canto menos xente ande por enriba das zonas queimadas -apuntó el alcalde- mellor. Xa chega cos técnicos da Xunta, que seguen avaliando os danos e medindo superficies». Según el regidor, no está resultando fácil hacerlo porque la gran velocidad y altura que alcanzaron las llamas en los momentos que definió como «terroríficos», dejaron grandes lenguas de terreno intactas.
Benigno Gómez reconoció que hubo un momento en el que se vio desbordado cuando empezó a ver en las redes sociales el movimiento que se estaba desatando. También recibieron numerosas llamadas en el Ayuntamiento de Cervantes». «Tivemos chamadas de Andalucía e de Baqueira Beret. Unha loucura. Agradecemos a boa fe da xente, pero isto vaise rexenerar só. En algunha zona a Xunta ten previsto sementar centeo para que poidan comer as perdices».
El fuego no llegó a la finca propiedad de la Xunta y que gestiona el Servizo de Conservación, en Cabana Vella, que ocupa 1.288 hectáreas. «Quedou sen arder -apuntó el alcalde- aínda que ninguén tornou do lume. Pasou de largo». Sin embargo, se cebó en la reserva nacional de caza, de 7.792 hectáreas de extensión.