Concellos, con los fuegos bajo control, plantean medidas contra la erosión

d. cela / s. varela LUGO / LA VOZ

CERVANTES

OSCAR CELA

En Triacastela valoran repartir paja y en Cervantes señalizan desprendimientos

18 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando aún quedan rescoldos de los incendios que asolaron zonas de Red Natura, en Cervantes y Triacastela, la gran preocupación ahora es cómo va a ser posible regenerar las zonas afectadas. Lo más inmediato, la contaminación que puedan suponer los restos de los siniestros en los cauces fluviales y prevenir los desprendimientos de tierra y piedra de las montañas. En algunas zonas de Os Ancares han empezado a colocar señales en algunas carreteras para advertir a los conductores de la posibilidad de caída de piedras sobre la calzada, peligro que aumentará si se producen lluvias torrenciales.

El Ayuntamiento de Triacastela, según fuentes consultadas, solicitará a la Xunta que se pongan en marcha medidas lo más rápido posible para tratar de mitigar los efectos de la erosión. En las zonas castigadas preocupa que empiece a llover con fuerza y el agua arrastre los restos que quedaron de las más de dos hectáreas de fragas de castaños y carballos, que fueron pasto de las llamas. Una de las posibilidades que se barajan es repartir pacas de paja en las zonas afectadas para reducir la erosión. Este sistema, denominado «mulching» ha permitido, según pruebas realizadas en incendios en Laza (Ourense) reducir los efectos entre un 73% y un 94%. También se aplicaron en otros siniestros en Navia y en A Fonsagrada.

En Triacastela la zona afectada por el incendio principal, entre As Pasantes y la capital del municipio, afecta a una amplia extensión. El fuego dejó de expandirse en el momento en el que llegó al río, aunque en algún lugar, debido al bajo caudal del agua, consiguió traspasar esta barrera.

En este concello de la montaña lucense, a las 15 brigadas de extinción, tres agentes y un bulldozer, se sumaron vecinos de Abradelo y de Pasantes. En el de Samos, próximo a la línea que divide ambos concellos, participaron de San Cristobo, Nande y Toca, que transportaron agua con sus cisternas agrícolas para tratar de impedir que las llamas se propagaran en los momentos de mayor virulencia.

Tanto en Triacastela, donde hay ya problemas de suministro de agua como consecuencia de la sequía, como en otros lugares afectados por el fuego, están preocupados por cómo pueden repercutir los incendios en la calidad del agua.

El alcalde de Cervantes, Benigno Gómez, reconoció a agencias de noticias que el panorama de este concello, situado en plena Rede Natura, es desolador.

Protesta de los bomberos

El personal de los parques de bomberos del Consorcio Provincial de Lugo denunciaron que «a pesar da baga de lumes que está sufrindo Galicia, non foron reforzados para axudar cos medios dispoñibles». «A Xunta de Galicia -señalaron- non só rescindiu os contratos de centos de bombeiros forestais cando o índice diario de risco de incendio era extremo, senón que non fixo absolutamente nada para reforzar os servizos de bombeiros comarcais da provincia que contaron cunha presenza ordinaria nestes aciagos días para o noso país».

Lugonovo anunció que llevará al próximo pleno del Concello de Lugo una propuesta para instar a la Xunta a modificar la política forestal y disminuir el número y la repercusión de los incendios.

En la ciudad varios grupos que se crearon para ello están recogiendo medicamentos para atender a animales heridos en los incendios de Pontevedra.