El Ejército se suma a la lucha contra el fuego en Negueira y en Cervantes

X.M.PALACIOS / D.CELA / E.G.SOUTO LUGO / LA VOZ

CERVANTES

OSCAR CELA

La UME aporta cien soldados, que actuarán con motobombas y con nodrizas

17 oct 2017 . Actualizado a las 10:35 h.

El Ejército se suma a la lucha contra el fuego en Lugo. Dos brigadas de la Unidad Militar de Emergencias (UME) con sede en León viajaron ayer para incorporarse a las tareas de extinción en los municipios de Negueira de Muñiz y de Cervantes, dos de los más atacados por los incendios de estos días. Un total de cien soldados, 50 por cada brigada, formaban parte de la expedición. Cada uno de los grupos trabajarán con seis motobombas y con dos vehículos nodriza.

En esos dos municipios adonde se desplazan las dos brigadas de la UME, la situación seguía siendo anoche muy preocupante. En la parroquia de Ernes, en el municipio de Negueira de Muñiz, el fuego había arrasado ya unas mil hectáreas y estaba activo en un frente de unos 20 kilómetros.

En Cervantes, por su parte, las parroquias de Donís y de Noceda eran las más afectadas, y en ambas se mantenía el nivel 2. Este era el municipio con más superficie quemada, puesto que las llamas habían destrozado más de 2.500 hectáreas tras un fin de semana en el que las llamas provocaron desalojos de casas y cortes de carreteras.

Alrededor de las ocho de la tarde, en la provincia se mantenían activos 28 incendios. Además de los que afectaban a esos dos ayuntamientos, había tres en Friol -uno en Xiá, otro en Condes y otro repartido por Trasmonte, Anxeriz y Seixón-, con unas 200 hectáreas afectadas. En el último de ellos se había levantado ya el nivel 2.

También se situaban en torno a las 200 hectáreas las destrozadas entre Samos y Triacastela, en un incendio que igualmente seguía activo. Samos además sufría, en la parroquia de Renche, un incendio que llevaba quemadas 35 hectáreas; algo menor, 25 hectáreas, era la superficie quemada en otro incendio activo en Paradela.

Igualmente continuaban activos sendos incendios en A Fonsagrada, en Antas de Ulla y en As Nogais -en este último se habían dañado 40 hectáreas-, así como en As Gándaras, en los alrededores de Lugo. Debido a la abundancia de incendios en los que tuvieron que intervenir brigadas de la Xunta, en la extinción del fuego declarado en las afueras de Lugo llegaron a actuar bomberos del parque de la capital. Entre los extinguidos figuraba el declarado en O Incio, que destrozó unas 73 hectáreas de superficie arbolada; también se habían extinguido otros dos incendios, localizados en Samos y en Guntín respectivamente.

En el sur de la provincia, en donde el fuego cortó carreteras como la N-120 y generó intensas capas de humo en varios concellos, los incendios que permanecían activos eran los de Pantón y de Monforte. El primero, localizado en la parroquia de Cangas, llevaba arrasadas unas 100 hectáreas, aunque a última hora de la tarde ya se había desactivado el nivel 2. En cuanto al municipio monfortino, estaba activo el incendio de la parroquia de Chavaga, en el que también se había levantado el nivel 2. La superficie afectada en este caso era de 350 hectáreas.

Ceniza

Ya el domingo por la noche, con varios incendios de diferente intensidad que se habían declarado durante el día en los alrededores de la ciudad, en el centro de Lugo se notaba ceniza en suspensión. La situación sorprendió a algún conductor que circulaba a esas horas, pero fue una más de las consecuencias de una jornada en la que la lucha contra el fuego se había convertido en un objetivo prioritario dada la gravedad de la situación.