Hace 45 años, el castro de Viladonga ya mostraba su valor arqueológico

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

CASTRO DE REI

OSCAR CELA

El Gobierno autorizaba la expropiación de terrenos para trabajos en el recinto

21 abr 2020 . Actualizado a las 09:12 h.

El castro de Viladonga, situado en el municipio de Castro de Rei, es sin duda uno de los yacimientos destacados de Galicia. No deja de ofrecer sorpresas a los investigadores, como se vio en años pasados con la aparición de un gran aljibe o de restos de construcciones anteriores a la ocupación romana. Sin embargo, uno de sus rasgos destacados es también la ya larga historia de sus excavaciones, puesto que en la década de los setenta el arqueólogo Manuel Chamoso Lamas realizó varias campañas.

Chamoso Lamas (1909-1985) no solo emprendió aquellas iniciativas en Viladonga, sino que también, por ejemplo, llevó a cabo excavaciones en la catedral de Santiago. Por otro lado, ocupó cargos como la presidencia de la Real Academia Gallega de Bellas Artes o la dirección del Museo de las Peregrinaciones, situado en Santiago.

Sus campañas en Viladonga encontraron apoyo oficial, puesto que en 1975 se publicaba un decreto por el que se reconocía la utilidad pública de las obras y de los servicios de promoción del castro. La importancia que el ejecutivo daba al castro no suponía una sorpresa, pues ya otras administraciones y diversos foros recogían entonces la importancia del castro en iniciativas de turismo cultural.

En una asamblea de turismo celebrada en Lugo en octubre de 1974, ya se citaba el castro, junto con el de Fazouro (Foz), como un elemento destacado para el turismo cultural, igual que se incluían en ese capítulo los museos de Lugo y de Mondoñedo. En dicha asamblea se expusieron además otros variados proyectos, que iban de la promoción de la caza, de la pesca y del montañismo en Os Ancares a la revitalización de las rapas das bestas.

Los trabajos en Viladonga no solamente sirvieron para sacar a la luz parte de la estructura de la croa del castro. Pronto empezaron a aparecer piezas como monedas o anillos, y años más tarde la riqueza que el recinto había mostrado y mostraba a los investigadores quedó recogida en un edificio destinado a almacenar, estudiar y exhibir ese patrimonio. Hubo que esperar a 1983, pero en mayo de año se publicó una orden en la que el Ministerio de Cultura acordaba crear el Museo de Viladonga.

Semanas después, en julio de ese año, La Voz de Galicia informaba de la publicación de esa orden en el Boletín Oficial del Estado, como ya había hecho en 1975, y en la noticia se recordaba que en los años setenta se habían llevado a cabo excavaciones dirigidas por Chamoso Lamas. El museo, contiguo al castro, recibe todo el año numerosas visitas de escolares, mientras el recinto arqueológico ha sido objeto de numerosas campañas de investigación y de trabajos de limpieza y de consolidación.