Una multinacional americana captó a 48 lucenses para que se apoyen entre sí en sus negocios y compartan contactos
02 nov 2018 . Actualizado a las 21:28 h.Todos los miércoles, desde hace tres años, a una hora un tanto intempestiva, las seis y media de la mañana, un grupo de 48 empresarios de actividades económicas diversas tienen una cita para desayunar con un objetivo común: hacer negocio entre ellos y ampliar referencias y clientes. El beneficio económico obtenido en los contactos que aumentan gracias a la red y las reuniones para conocerse entre los integrantes del grupo se cuantifican semanalmente. No asistir puede llevar aparejadas penalizaciones. Son el grupo Lou Oro, que según fuentes de la multinacional BNI, en la que están integrados, ha generado entre sus miembros, desde su creación el 17 de julio del año 2015, 12,9 millones de euros.
Las reglas de juego de esta networking, que implantó en Galicia Juanjo Molinos, ex directivo de la Confederación de Empresarios de Ourense, y que está integrada en BNI, que se define como «líder mundial» en recomendaciones de negocio, son muy estrictas.
Para entrar, después de que la solicitud pase por el examen previo de una comisión, es necesario pagar una cuota anual -ronda los 400 euros- que da derecho a participar en las reuniones, en la que cada integrante dispone de 45 segundos para presentarse y exponer qué ofrece o lo que busca.
Hay amonestaciones si alguien supera el tiempo estipulado y penalizaciones si se centra en los intereses propios de su negocio y no colabora con el resto. Fuentes del denominado equipo de liderazgo reconocieron que dos miembros habían sido expulsados precisamente por esta última razón.
Captar nuevos socios
La idea es que cada miembro apoye y se apoye en el resto y, sobre todo, que comparta contactos, incluidos sus familiares, y que genere nuevos miembros a través de la captación de los invitados que acuden a las reuniones. Cada integrante está obligado a llevar uno cada dos meses. En el último resumen de los objetivos de LOU Oro, presentado a sus miembros, todos estaban debidamente cumplidos. El único que se encontraba en el límite era precisamente el de invitados.
En el desayuno del pasado miércoles los asistentes ofrecieron a sus contertulios vinos y productos de Navidad; revisiones oftalmológicas; fruta servida a través de pedidos por wasap; asistencia jurídica; todo tipo seguros; lavadoras con secadora incorporada en promoción; billetes en cristales; acompañamiento de personas mayores a consultas médicas; legalización de calderas de gasoil; plásticos para matanzas; rótulos; mantenimiento de jardines; arroz recién llegado de Alicante; reparaciones; fisioterapia centrada en el cuello y la cara; sofás de piel con el 50% de descuento, y parcelas en las futura urbanización que se construirá en las inmediaciones de Carrefour, entre otras posibilidades.
Modelo americano muy estricto
Los propios integrantes del grupo admiten que el modelo americano tan estricto por el que se rigen, que reconocen que en ocasiones funciona de forma similar a una organización de tipo piramidal y con algún tinte de secta, es bastante chocante, entre otras razones por su puesta en escena. Está todo previsto y no es posible cambiar la hoja de ruta de cada encuentro, que empieza con un café, a las seis y media de la mañana, hora en la que es raro que suenen los móviles, mientras van llegando los participantes y los invitados, y finaliza con el sorteo de un regalo.
Fuentes del equipo de liderazgo, que no esquivaron ninguna pregunta y aclararon todas las dudas sobre el funcionamiento del sistema implantado por esta multinacional, señalaron que el modelo está funcionando, no solo por el volumen de negocio que le atribuyen, 12,9 millones en tres años, sino porque el 65% de los integrantes de este grupo, el primero de los dos que se creó, está desde el principio.
La puesta en escena supone no solo que cada integrante vaya, siguiendo un turno, explicando lo que ofrece, en algunas ocasiones con el formato similar a una cuña de radio porque no da tiempo a más. También intervienen los invitados. En el último encuentro lo hicieron una logopeda que está tratando de implantarse en Lugo, una empresa de distribución de combustibles de Castro de Rei y una periodista.
En cada encuentro, además de los 45 segundos de intervención, dos ponentes tienen a su disposición cinco minutos más para explicar su negocio con más detenimiento. En el último la oportunidad se la brindaron a una empresa de instalaciones eléctricas de Vilalba y a una inmobiliaria.
La primera comercializa para toda Galicia pilones hidráulicos, que fabrica una empresa francesa. Hizo una demostración, proyectada en la sala, de cómo este tipo de pivotes no se doblegan ni ante el impacto de un camión que circule a una velocidad de 80 kilómetros por hora. Son especiales para evitar atentados terroristas con vehículos pesados cargados de explosivos. En Galicia todavía no ha vendido ninguno.
El otro ponente fue el responsable de una inmobiliaria que promocionó parcelas para construir chalés en la zona de Carrefour, una propiedad con una casa solariega de 300 metros cuadrados y peritaciones de accidentes de coche, todo en el mismo paquete.
Valoraciones
No todos los integrantes del grupo están igual de motivados y de satisfechos con los resultados de la inversión realizada. Hay quien está orgulloso de una facturación de 200.000 euros en los tres años, gracias a esta iniciativa. La perspectiva de otros no es tan positiva. En un aparte, alguno de los integrantes reconoció que esperaba un nivel superior en cuanto la facturación de las empresas integrantes del grupo y mayor volumen de negocio. Al principio, según algunas fuentes, era así.
Los miembros dan gracias públicamente por cada negocio interno cerrado
Una cuota anual permite participar en una reunión semanal a las 6,30 de la mañana