Lugo lleva dos años sin que se acaben concentraciones parcelarias

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios LUGO / LA VOZ

CASTRO DE REI

PALACIOS

La Xunta prevé para el 2018 el fin de procesos en Castro de Rei, Baleira y Mondoñedo

13 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni en este 2017, próximo ya a su conclusión, ni en el 2016 se terminaron en Lugo procesos de concentración parcelaria. El último paso dado en la provincia en este sentido fue la entrega de títulos de propiedad en sendas concentraciones realizadas en los municipios de Castro de Rei (Goberno-Balmonte) y de A Pontenova (Bogo).

Fuentes de la Xunta que aportaron esos datos explicaron que para el 2018 se podía prever el final de concentraciones en tres ayuntamientos, Castro de Rei, Baleira y Mondoñedo. Las de Castro de Rei son las de las parroquias de Ramil y de Mós, ambas ya en fase de acuerdo y con una extensión bastante dispar (767 hectáreas en la primera y 435 en la segunda).

La de Goberno-Balmonte, ya acabada, es la de mayor extensión de las terminadas hasta ahora en ese concello chairego (1.026 hectáreas). También en Castro de Rei, hay bases definitivas para la de Triabá, cuyo territorio de actuación (1.163 hectáreas) es superior al de las ya acabadas o en fase de ejecución en estos momentos.

En Baleira está en fase de acuerdo la parcelaria de Pousada, que una vez concluida será la de mayor extensión llevada a cabo en ese municipio de la cuenca alta del Eo (1.210 hectáreas). Otra ya terminada, la de Esperela, se acerca a esa superficie (1.193). Están en fase de acuerdo la de A Braña (229 hectáreas) y la de Fonteo ( 147). En Mondoñedo, por último, se confía en el final de la parcelaria Mondoñedo Norte, que se realiza en las parroquias de Vilamor, Masma y Couboeira con una extensión de algo más de 800 hectáreas (811 exactamente). En este municipio, también está en marcha la de Sasdónigas (599 hectáreas).

Vilalba se aparta de un plan piloto 

Durante el año pasado, en Vilalba se dieron los primeros pasos para un plan piloto de la Xunta que recogía el intercambio voluntario de terreno entre propietarios y el alquiler de las fincas que no se trabajasen. Lanzós y Goiriz, parroquias extensas y con explotaciones ganaderas de entidad, eran lugares indicados para la realización.

Pero lo que en el pasado otoño parecía el inicio de una nueva etapa es ahora un camino abandonado. En el 2016 se constataba interés de explotaciones por el avance del proyecto, pero luego surgieron dudas sobre la forma en que se adjudicarían las fincas y las consecuencias para unos y otros. Así las cosas, se han dado pasos para iniciar en Lanzós y en Goiriz los procesos de concentraciones parcelarias convencionales. Están todavía en fase inicial y se desarrollarán por separado, como apuntó el alcalde, Agustín Baamonde. También se espera iniciar los trámites en la parroquia de Román.