Los más pequeños de la escuela obedecen a la batuta de su director

lugo / la voz

BEGONTE

Alumnos de la banda juvenil e infantil muestran sus dotes como auténticos músicos.
Alumnos de la banda juvenil e infantil muestran sus dotes como auténticos músicos. óscar cela< / span>

06 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando los más pequeños acuden a las clases de música y a los ensayos, las aulas de la escuela se convierten en un espacio repleto de frescura y dulzura. No es para menos, porque los integrantes de la banda infantil son niños de entre cinco y 11 años que bajo la batuta del profesor hacen frente a las teclas y a la partitura. La última incorporación en el apartado de la infancia fue la de Lola Iglesias. Es de Begonte y con tan solo seis años ya apunta maneras. Aunque acaba de empezar, su talento, energía y buen oído prometen.

Juvenil e infantil

En algunas ocasiones, representantes de la banda infantil ensayan con los integrantes de la banda juvenil. Estos segundos ya son unos chicos puesto que tienen entre nueve y 21 años.

Sonidos de todo tipo se mezclan en estas pruebas donde todos obedecen a la batuta y muestran sus dotes como auténticos músicos. Los alumnos proceden de varios municipios lucenses y cada uno se decanta por un instrumento. Los más pequeños asisten de media una hora semanal al ensayo y los más mayores, unas dos horas a la semana. A mayores cuentan con una formación previa que consiste en aprender el lenguaje y tocar el correspondiente y elegido instrumento. Actualmente los niños están adquiriendo conocimientos como el denominado «Musical English», impartida por el compositor, guitarista y traductor gallego Manuel María Veiga. Esta asignatura consiste en la sintonía entre la música y el movimiento. Los alumnos juegan con música en inglés, con canciones y con la introducción de términos sencillos en el idioma británico. Una materia, según los profesores, idónea para que sean capaces de hacer arte musical en un lenguaje universal. Otra de las nuevas ideas en las que trabaja la escuela de Rábade, Begonte y Outeiro de Rei es en mezclar la mágia y música. Están preparando un trabajo de aprendizaje de música, entrelazada con la mágia; para ello los alumnos cuentan con la presencia del mago David Méndez.

Estas actividades muestran el sentimiento real de afrontar un reto complejo que consiste en formar lo que no es fácil, haciendo un mundo mejor y emocionándose. A través de esta arte se encuentran las facilidades de la vida sin un consumismo. Los niños crecen y en ellos se despierta el interés por la cultura, algo que hace que la sociedad sean mejor.