La constructora de la residencia de Becerreá renuncia a hacerla por la conflictividad de la obra

La Voz LUGO / LA VOZ

BECERREÁ

04 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La constructora Copcisa, a la que se le había adjudicado la construcción de la residencia de Becerreá, acaba de pedir la rescisión del contrato y renuncia a la obra, que tenía un presupuesto de casi cuatro millones de euros. Así lo solicitó la empresa a la Diputación, cuya comisión de gobierno ayer inició los trámites para anular el contrato tal como pidió la empresa adjudicataria.

Según explicaron fuentes de la empresa, la obra partía con una elevada conflictividad, que provenía tanto del proyecto como del alcalde, Manuel Martínez. Los planos los había encargado el Concello de Becerreá alrededor del año 2006 y en aquel momento no se pudo ejecutar. Cuando la Diputación decidió financiarlo, el año pasado, el Ayuntamiento presentó ese mismo proyecto de doce años de antigüedad, completamente desfasado, que era ilegal en muchos aspectos. Incumplía la ley en varias especificaciones técnicas, que habían cambiado con respecto a una década atrás. También había cambiado el urbanismo de Becerreá, hasta el punto de que había una nueva entrada a la residencia por una calle nueva; nuevos edificios y negocios a su lado, como una funeraria, y otros cambios que hacían imposible de ejecutar el proyecto.

Malas formas del alcalde

Cuando la empresa Copcisa se hizo cargo del proyecto, advirtió todas esas irregularidades y propuso hacer una modificación al proyecto para adaptarlo a la ley. Pero el alcalde intentó en que se empezase la obra con ese proyecto y le dijo literalmente a la empresa que allí mandaba él y que empezasen ya. Por ello, la empresa decidió renunciar al contrato, cuyo proceso se inició ayer en la Diputación. La empresa espera que vuelva a salir a concurso y se pueda hacer legalmente, y la Diputación también informó que la residencia se construirá porque el dinero está reservado para dicho proyecto.